Vítolo plasmó de ese modo, y ante la presencia del presidente de la Corte, Julio Nazareno, y el ministro de Justicia, Ricardo Gil Lavedra, la tarea que el Ejecutivo le encomendó hace menos de un mes cuando, en medio de una crisis desatada entre el Consejo y la cabeza del Poder Judicial, fue designado con la bendición de Fernando de la Rúa.
"La sociedad --dijo en su discurso de presentación el reemplazante de Alfredo Comadira-- tiene una demanda muy fuerte de Justicia; nos pide justicia independiente, ágil, eficiente, austera y honesta. Tenemos que escuchar este mensaje y tenemos que ajustar nuestro funcionamiento a esos parámetros".
En ese sentido advirtió que "no podemos ni debemos fracasar. Tenemos que hacer todo lo posible para que este instituto creado por los constituyentes del 94, alcance a cumplir la misión que se le ha encomendado".
A su turno, Nazareno, quien ostenta la doble función de presidente del Consejo y de la Corte, reconoció que "hemos tenido algunas dificultades propias de esta nueva institución", pero subrayó que "todo esto se arregla con consenso, armonía, porque todos tenemos como única misión el mejoramiento de la Justicia", ratificando de ese modo la misión que ambos cuerpos le encomendaron la semana pasada cuando se firmó el acuerdo de paz no escrito, que selló el grave conflicto, que puso al borde del pedido de juicio político contra los nueve ministros del alto tribunal.
Gil Lavedra, por su parte, en un discurso formal ante los miembros del Consejo, dijo en nombre del gobierno que venía a "renovar el firme compromiso y la sostenida voluntad de hacer todo lo que esté a su alcance para fortalecer el funcionamiento institucional de la Justicia".