Este caso podría tener la misma significación para la emisión de las tarjetas de crédito que el caso de Microsoft tiene para informática.
El Departamento de la Justicia inició el pleito en octubre de 1998, alegando que Visa y MasterCard International Inc. violaron la legislación relativa a la competencia limitando, precisamente, el ingreso de otros actores al mercado.
Las dos compañías controlan actualmente cerca de 75 por ciento del mercado de la tarjeta de crédito en los Estados Unidos.
American Express, por su parte, tiene alrededor de un parte de 17 por ciento del negocio. El gobierno norteamericano carga las tintas de su acusación en el hecho de que el mismo grupo de bancos controla tanto a Visa como a MasterCard, disminuyendo o directamente anulando la competencia entre las dos empresas. Además, el Departamento de Justicia sostiene que las regulaciones de ambas empresas restringe la capacidad de los bancos de hacer negocio con otras compañías, tales como American Express.
El resultado, dice el gobierno norteamericano, es una reducida opción para los consumidores y retardo en las innovaciones tecnológicas que necesita el mercado de la tarjeta de crédito.
En una audiencia preliminar, realizada el jueves pasado, Melvin A. Schwarz, consejero del Departamento de Justicia, dijo que las reglas de Visa y MasterCard están diseñadas para restringir seriamente la competencia.
Por su parte, Visa y MasterCard han negado en varias ocasiones las alegaciones y sugerido que American Express , que atestiguará para el gobierno, ha estado maniobrando detrás de la escena para intentar forzar cambios en la industria, en busca de su propia ventaja.