Bove se convirtió en una figura internacional desde que condujo lo que él describe como un ataque no violento contra el McDonald´s de la ciudad francesa de Millau, por entonces en construcción, el 12 de agosto de 1999. El activista ha dicho que la voz de la justicia no detendría su lucha contra una globalización galopante.
Bove dijo que no le sorprendía una condena que excedió en mucho lo que el fiscal había pedido, un mes de prisión y nueve en suspenso, y prometió continuar la lucha.
La condena a tres meses significa que Bove podría pasar dos meses en la cárcel, dado que ya estuvo varias semanas preso. El tribunal de esta ciudad meridional francesa condenó a los otros acusados a penas que fueron desde multas de 2.000 francos (265 dólares) a dos meses de cárcel en suspenso. Uno fue absuelto.
La fama de Bove se acrecentó en el juicio iniciado el 30 de junio. Fue conducido al tribunal de Millau en un carro tirado por bueyes, entre las aclamaciones de miles de seguidores que instalaron puestos para promover sus opiniones contrarias a la globalización.
Su fianza de17.000 dólares fue pagada por grupos de granjeros y activistas de todo el mundo.
En una entrevista previa a la condena, Bove sostuvo que, junto con los demás activistas contra la globalización, "vamos a continuar la destrucción de los campos con OGM", en referencia a las plantaciones genéticamente modificadas, "y vamos a salir de caza al extranjero... para obligar a las multinacionales a retroceder".
El activista sostiene que su ataque contra McDonald´s fue una respuesta a las sanciones estadounidenses contra especialidades europeas, desde el foie gras al queso Roquefort. Las sanciones apuntaban a castigar a la Unión Europea por negarse a importar carne norteamericana tratada con hormonas.
Pero sobre todo, según él, fue un golpe contra un objetivo mayor: la "McDominación" del mundo, expresión que usa para referirse a la estandarización de los alimentos que, según Bove, ha transformado los frutos de la tierra en un producto masivo más.