Los nombres de los acusados lucían sobre los respaldos de los asientos vacíos en las primeras filas de la sala del tribunal yugoslavo donde se les juzgaba.
El juicio se inició la misma semana en la que se celebrarán elecciones generales en ese país, las cuales tendrán lugar el próximo domingo, y que son presentadas por el régimen de Belgrado como una elección entre "patriotismo o traición". El gobierno califica a sus opositores como "traidores y lacayos del plan de la OTAN para destruir a Serbia".
El fiscal Andrija Milutinovic y su ayudante tardaron tres horas en leer la lista de cargos por crímenes de guerra cometidos durante la campaña aliada, entre marzo y junio de 1999.
"Están acusados de incitar a una guerra agresiva, de cometer crímenes de guerra contra la población civil, de utilizar medios de combate prohibidos, de intento de asesinato contra el presidente de Yugoslavia, de violación de la integridad territorial del país", resume el informe del fiscal. Milutinovic agregó que la presentación de las pruebas llevará cuatro días más.
El fiscal leyó asimismo los nombres de 503 civiles, 240 soldados y 147 policías que, aseguró, murieron a causa de los bombardeos lanzados por la OTAN. Familiares de algunas de las víctimas, así como numerosos periodistas, llenaron la sala, en cuyos exteriores hubo una gran presencia policial.
De ser hallados culpables por el tribunal, los acusados afrontan penas de hasta 20 años de cárcel. Milutinovic dudó de que los dirigentes de la OTAN vayan a presentarse, pero advirtió que la sentencia no prescribirá "mientras los culpables estén con vida y capacitados para cumplirla".
Por otra parte, el propio presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, que busca la reelección, fue acusado en mayo pasado de crímenes de guerra por el Tribunal Internacional de Guerra para la antigua Yugoslavia, como responsable de las acciones del ejército federal en la provincia de Kosovo contra la población de minoría albanesa.
La OTAN insiste en que sus objetivos durante la campaña de Kosovo fueron únicamente militares, y que adoptó todas las medidas necesarias para evitar bajas civiles.