La preparación profesional a la que se refirió el Lic. Torres es la de “Periodista Corresponsal de Guerra”. Para ello exhortó a las empresas propietarias de medios periodísticos y a los organismos de seguridad a que revean el actual sistema de “noteros” o “movileros”, quienes, por su juventud e inexperiencia, carecen del sentido del peligro que significa avanzar sobre terrenos que sin duda harán arriesgar su vida o bien la de los rehenes.
Respecto a los beneficios que el sistema irrogaría destacó que el periodista sabrá a qué categoría de oficiales dirigirse, manejará adecuadamente su lenguaje, tomará las precauciones necesarias para proteger su vida y la de terceros resultando el único habilitado para acceder al perímetro de crisis respetando las limitaciones que impone el conocimiento del peligro al que se encuentra expuesto.
De esta manera, la autoridad policial no le prohibiría el paso, sino que, muy por el contrario, avanzará junto a la fuerza de seguridad pues, dado el entrenamiento adquirido, ninguna prohibición recaerá sobre quien cubra la nota salvo la racionalidad del peligro al que se enfrenta. De esta forma se minimizarán, según el Lic. Torres, los enfrentamientos frecuentes entre policías y periodistas obteniéndose el material que el público desea ver, escuchar o leer.
Por su parte, uno de los coordinadores del evento, el Dr. Marcos Petersen Victorica, de amplia actuación como fiscal en San Isidro, declaró que “Preparar logísticamente al periodista sería un enorme avance en el ejercicio efectivo de la libertad de prensa. En la medida que los jóvenes periodistas se encuentren en el lugar del hecho mientras trabaja el personal especializado para la solución del conflicto, informando en vivo y en directo cuáles son los movimientos de los francotiradores o el despliegue de las fuerzas, sin observar las reglas de seguridad que la situación impone, caerán fatalmente como víctimas del suceso.
La esencia de la libertad de prensa en un Estado democrático como el nuestro, es dar a conocer a la ciudadanía cuáles son los actos que el Poder realiza sin censura alguna. Vale decir que la prensa resulta el medio más idóneo para que el pueblo sepa, analice y resuelva qué es lo que más le conviene a nuestro País. Pero esa virtud de la institución de la prensa jamás debe resultar menoscabada por el afán desmedido de la primicia. Quiera Dios que ningún representante de los medios muera durante la cobertura de la situación crítica. Mas si no se revisan los procedimientos para obtener la primicia y la calidad del profesional, no sólo habrá de fenecer fatalmente el profesional de prensa sino que, además, terceros ajenos a la actividad periodística resultarán víctimas de la imprudencia proveniente de la impericia e improvisación. “
“En mi experiencia personal”, continuó Petersen Victorica, “tuve que actuar en la toma de rehenes de la familia Bauer, ocurrida el 7 de septiembre de 1999 en Villa Adelina, a manos de una banda conocida como "los Bananitas". Cuando llegué al lugar de los hechos, la prensa había traspasado todo tipo de cerco sin respetar la prohibición policial.