El procesamiento del expulsado general fue dictado por el juez federal Claudio Bonadio, quien oportunamente había dictado una medida similar que fue dejada sin efecto por la Sala Segunda de la Cámara Federal que lo sobreseyó.
Ante una apelación de la entidad judía, la Sala Cuarta de la Cámara de Casación Penal anuló ese sobreseimiento y remitió las actuaciones a la Sala primera de la Cámara que, a su vez, dispuso una nueva indagatoria del ex militar tras la cual Bonadío volvió a procesarlo.
La denuncia se inició a raíz de declaraciones que en 1996 formuló Suarez Mason a la revista "Noticias" en las que sostuvo que él no era antisemita. No obstante, agregó: “pero a los judíos les tengo prevención", a la vez que estimó que en la Argentina de aquellos años habría que haber legalizado la tortura, porque de ese modo "hubiéramos quedado cubiertos".
Como si eso fuera poco, Suarez Mason opinó respecto del ex dirigente nacionalista Guillermo Patricio Kelly que este "trabaja para los judíos" por lo que "no merece el menor respeto como persona".