La Justicia provincial puso en conocimiento de este hecho al juez federal Juan José Galeano, a cargo de la investigación del ataque terrorista ocurrido el 18 de julio de 1994, y también a los integrantes del Tribunal Oral Federal 3, que tendrá a cargo las audiencias.
Fuentes de la fiscalía confirmaron a Diariojudicial.com que se estaba analizando la veracidad de la denuncia antes de solicitar medidas de protección para el detenido Leandro Incaminato, quien dijo haber sido tentado con la fuga a cambio de asesinar a puñaladas al ex policía Ramón Solari, quien entre fines de 1994 y principios de 1995 atrajo a los investigadores con una trama respecto de la autoría del ataque terrorista -presuntamente orquestada por Ribelli- en la que no aparecían involucrados efectivos de la Policía Bonaerense, cuando aún no se sospechaba de ellos como integrantes de la conexión local que entregó la camioneta utilizada como coche bomba para cometer el ataque terrorista.
En aquella oportunidad, Solari involucró al reducidor de automóviles robados Carlos Alberto Telleldín con células terroristas islámicas en la zona de la Triple Frontera, pero con posterioridad reconoció que había cobrado dinero y montado el relato con el asesoramiento de otro de los policías bonaerenses, Mario Bareiro, para desviar la atención.
Según lo consigna en su edición de hoy el diario "El Día" de La Plata, Incaminato denunció ante el juez de Garantías de esa ciudad Guillermo Atencio que la semana pasada, tras una requisa, apareció debajo de su cama un par de "facas" (nombre con que se conoce a los cuchillos que fabrican los presos) y que por ese motivo él y su compañero de celda fueron llevados ante el titular del penal, de apellido "Valdez".
El alto oficial del Servicio Penitenciario Bonaerense le habría ofrecido en esas circunstancias hacer "un trabajito" que consistía en asesinar a puñaladas a Solari, durante el transcurso de un apagón, tras el cual se les facilitaría la fuga a través de la enfermería, entregándole para ello la llave de las esposas.
El detenido sostuvo en su denuncia que ese mismo día se sucedieron entre las 20 y las 21 varios cortes de luz, tras los cuales vio a personal del Servicio Penitenciario constatando en la celda de Solari, según presume, si se había concretado el encargo.
También dijo que ante el incumplimiento de esa misión fue castigado y le exigieron devolver las llaves, mientras que otro detenido golpeó a Solari y el compañero de celda de este último recibió una puñalada, aunque él sospecha que el destinatario del puntazo era el ex policía.
Las fuentes de la fiscalía consultadas mostraron su sorpresa porque Solari hubiera sido trasladado a La Plata y recordaron que el ex uniformado llegó a declarar ante la Comisión Bicameral de Seguimiento de los atentados, que se traslado a la unidad penitenciaria de Sierra Chica, donde estaba alojado.
Incaminato pidió a la Justicia "protección" porque fue amenazado de muerte, mientras prosigue la investigación a cargo de la Unidad Funcional de instrucción 5 a cargo de Daniel Urriza.