Siguiendo con la larga lista de acusaciones al ex dictador chileno Augusto Pinochet, la senadora democristiana Carmen Frei denunció ayer que la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA) pudo haber envenenado a su padre, el ex presidente del país trasandino Eduardo Frei Montalva, quien murió en enero de 1982 en una clínica privada de Santiago mientras era uno de los principales opositores al régimen militar a pesar de haber sido uno de los más acérrimos detractores del derrocado primer mandatario Salvador Allende.
Con el respaldo de su hermano, senador y también ex presidente, Eduardo Frei Ruiz Tagle, pidió al Ministerio de Defensa que investigue las actividades de los químicos Eugenio Berríos -ya fallecido- y Francisco Oyarzún, ambos ex agentes de la DINA e implicados en asesinatos de opositores.
Según expuso Carmen Frei, su familia recibió varios datos en las últimas semanas que generaban dudas sobre la causa de la muerte del ex presidente. Entre ellas, que a la habitación donde estaba internado su padre ingresaron personas ajenas a la clínica antes de su fallecimiento. Y a eso hay que sumarle que el informe que da cuenta de los resultados de la autopsia está desaparecido.
La legisladora afirmó además que a su padre se le encontró la bacteria Proteus, muy poco conocida, y contra la que no se pudo encontrar medicamentos en Chile ni en Estados Unidos. Además, un amigo de la familia recibió en los últimos días un llamado en el que un desconocido los alertaba de la muerte por envenenamiento.
Los antecedentes de la DINA (responsable de la ejecución de las desapariciones y la represión durante la dictadura pinochetista) y las credenciales de Berríos, que trabajó con el norteamericano Michael Tonwley -ex agente de la CIA que reconoció su trabajo en el derrocamiento de Allende en 1973- en este organismo, alimentan también las dudas de la familia Frei.
Berríos elaboró el letal gas sarín para la DINA en el domicilio del ex agente de la CIA y, según contó la esposa del mismo Tonwley, intentó envenenar a otro jefe de inteligencia, el general Odlanier Mena, por rencillas internas. “No hay mejor manera de librarse de un indeseable que con una gota de estafilococo dorado”, habría dicho Berríos según la esposa de Tonwley.