Cháves, en su declaración testimonial hizo referencia a las irregularidades que observó en el operativo donde actuó el juez Villafuerte Ruzo, y en ese sentido aseguró que la salida de los delincuentes de la sucursal bancaria “fue acordada”. “Hay un lapso de media hora en la cual todos los grupos se preparan ( por el grupo Halcón de las bonaerense) se ponen los cascos, los chalecos antibalas, las miras telescópicas, se apoyan contra la pared después sobre las dos paredes laterales principales de la escuela”, señaló al tiempo que sostuvo “no fue una salida presurosa, de lo contrario hubiese sido sin armas, saliendo todos corriendo y agolpándose en el salón”.
“Mi cuñada me dijo en el hospital nos tiraban como a perros y eso me lleva a mi a decir bueno, nos dejaron salir, pero nos tiraron como a perros. Cuando el juez me dijo, salieron intempestivamente, yo le dije que la situación fue de otra manera, ustedes le dijeron que salieran”.
Chávez, quien permaneció en la escuela donde el juez había instalado su base de operaciones recordó que “El mediador (policial), primero le dijo a Pascuali (uno de los empleados del banco), que iban a salir cerca de las siete u ocho”, pero estimó que los delincuentes apuraron “la salida, porque la noche tapa todo”.
“Mi cuñada me dijo que fue el mediador el que insistió para que salieran, por creer que estaban quebrados psicológicamente”, estimó el testigo.
En ese marco, Chávez responsabilizó a los funcionarios intervinientes con respecto a la instigación para que los malvivientes abandonaran la sede bancaria, y que esa salida se concretó a través del rol del mediador con el conocimiento del juez, y el conocimiento de las unidades operativas. Chaves señaló que esas irregularidades operativas se producen “desde el momento en que el juez habla con el jefe del grupo Halcón y una persona civil le pregunta qué va a pasar, y el juez manifestó que estaba todo listo.
“Interpreté que iban a bajarle la caña y que iban a a tomar por asalto el Banco, por eso me sorpendió la salida del auto, para mi la salida fue acordada”, reiteró Chaves, ante los consejeros.
En ese sentido, luego de escuchar a Chaves, el consejero Mario Gersenobitz, propuso citar al tesorero de la sucursal de la entidad bancaria; a un empleado del Banco, Ricardo Pascuali; al mediador; al comisario que estuvo presente en el operativo y al sub-secretario de Seguridad de la provincia de Buenos Aires que actuó en ese momento en reemplazo del Ministro de Seguridad, De Lorenzo. La Comisión en pleno, resolvió que los testigos serían citados recién en noviembre, dado que las fechas están ocupadas con otras citaciones.
El testigo manifestó que “cuando se produjo el asalto, se encontraba ubicado al lado del Banco, en un colegio, junto al juez que instruye la causa, Villafuerte Ruzo, y con los familiares de los rehenes”.
“En ese momento observé irregularidades falta de autoridad por parte del magistrado” indicó Chaves, al tiempo que recordó: “él no me dijo que murió mi hermano, me lo tuvo que decir otra persona”.
Chaves, hasta el momento, se convirtió en uno de los testigos claves del asalto al ex Banco Nación, sucursal de Villa Ramallo. Este hecho ocurrió el 30 de agosto de 1999 y allí resultó muerto su hermano, Carlos Antonio Chaves, gerente de la sucursal de esa entidad bancaria, debido a disparos de armas de fuego producidos por los delincuentes que asaltaron el Banco y tomaron de rehenes a varias personas.
Chaves, por sugerencia de uno de los secretarios del presidente de la Comisión de Acusación, Pablo Fernández, se presentó en la mesa de entrada del Consejo de la Magistratura, el año pasado, para solicitar la remoción del juez Villafuerte Ruzo por “mal desempeño en su función, fundamentando el no haber preservado la vida de los rehenes y el haberse escapado de las manos el control de la situación”y de esta forma fue citado a declarar como testigo.
El juez Villafuerte Ruzo fue citado en reiteradas ocasiones por la Comisión de Acusación para que comparezca según el artículo séptimo del reglamento de ese cuerpo, pero el magistrado presentó un descargo por escrito, alegando que, dado que la causa está aún en trámite y acaba de ser impuesto parcialmente el secreto de sumario, no sería viable declarar ante los consejeros, porque podría entorpecer el esclarecimiento del caso y manifestó en su escrito que estaría en “condiciones de concurrir cuando la causa esté casi cerrada.
El juicio político contra Villafuerte Ruzo fue promovido por el abogado Juan Pandis quien pidió que se lo investigue por el presunto mal desempeño de sus funciones. El cuestionamiento está referido al rol que jugó el magistrado, en el asalto al Banco Nación de Ramallo, donde murió un delincuente y dos rehenes, y poco después un tercer malviviente fue hallado sin vida en una celda de una comisaría de San Nicolás, presuntamente víctima de un suicidio.