El acuerdo firmado en Atlanta entre Coca Cola y sus demandantes –empleados actuales y anteriores de la firma- obliga a la compañía a pagar la indemnización más alta adjudicada hasta ahora en un caso por discriminación en los Estados Unidos.
Según los abogados de los accionantes, el acuerdo podría costar finalmente a la compañía que elabora Coca Cola Classic, Sprite y Fanta más de 192,5 millones de dólares ya que, además de la indemnización, se creará una comisión con un costo de unos 36 millones que revisará durante cuatro años las prácticas empresariales sobre remuneraciones, promociones y evaluación de actividades. Coca Cola tendrá que reservar también 43,5 millones para el pago de los ajustes que se hagan para equiparar las contraprestaciones al trabajo.
En la demanda iniciada en abril del año pasado, los ocho actores que comenzaron el reclamo afirmaban que Coca Cola pagaba a los trabajadores negros y a las mujeres sueldos más bajos que a sus compañeros blancos, y que promovía a menos empleados de minorías.
“Hoy cerramos un capítulo doloroso en la historia de nuestra compañía”, dijo el ejecutivo principal de Coca Cola, Douglas Daft, en una carta dirigida a los empleados. A efectos contables, la multinacional explicó que hará un sólo cargo de 188 millones de dólares en el último trimestre del año. “Este acuerdo es significativo, constructivo y equitativo para todas las partes, y ahora hay que mirar hacia delante”, aseguró Daft.
El acuerdo requiere todavía la homologación del juez federal Richard Story, y corresponde al preacuerdo que ambas partes habían firmado en junio. “La mera sugerencia de discriminación amenaza los valores y las creencias que nuestra compañía y nuestra marca sostienen en todo el mundo”, agregó Daft solemnemente, a pesar que en el acuerdo que firmó incluyó una cláusula que prohíbe que cualquier miembro del grupo demandante critique públicamente a Coca Cola o sus productos de ahora en adelante.