En su segunda jornada de exposición, tras el cuarto intermedio dispuesto lasemana pasada por el entonces presidente de la Comisión de Acusación, Pablo Fernández, Leiva -quien bajó los decibeles políticos de su discurso, para explicar los motivos por los cuales cree que la causa era de sucompetencia-, volvió a cuestionar a los jueces federales porteños, y en ese sentido recordó la ya mítica "servilleta de Corach”. Acerca de los cuales reiteró que podrían haber recibido dinero de parte de Moneta, pero advirtió que él nunca vio a ningún juez recibir "sobres" porque si no "lo hubiera denunciado".
La legisladora justicialista y actual presidente de la Comisión Leila Chaya advirtió en ese sentido que el juez podría ser acusado de encubrimiento encaso de ratificar sus denuncias contra distintos camaristas.
Respecto de los cuestionamientos en su contra por el trámite de las causas"Mendoza 1" y "Mendoza 2" y de la cuestión de competencia planteada en su contra, Leiva advirtió que esa no había sido una decisión suya, sino que fue el propio Moneta quien efectuó presentaciones en su juzgado reclamandopor irregularidades en la adquisición del banco provincial.
"La razón por las que quedan radicadas en el juzgado federal de Mendoza no meson atribuibles. En definitiva yo hablo por mis hechos. Es el Ministerio Público Fiscal el que elige el juzgado federal 1, es el juez subrogante el que decide que debe quedar radicada en ese juzgado".
Leiva libró orden de captura contra Moneta en la causa por la caída del Banco Mendoza tras su fusión con el República, pero posteriormente la Corte Suprema resolvió la competencia en favor del juzgado federal a cargo de Gustavo Literas. Al estar este magistrado de licencia y subrogarlo Carlos Liporaci, este último dejó sin efecto la orden de captura y le otorgó la exención de prisión bajo fianza.
Tras hacer referencia a las presentaciones que Moneta efectuó en su juzgado por habersido víctima de una presunta "estafa" en la adquisición del banco, Leiva advirtió que en ningún momento dispuso el procesamiento del presidente del Banco Central, Pedro Pou, en la causa, ya que la única posibilidad que hubiera existido es si se hubiera comprobado su participación en el delito de "subversión económica". Reconoció que en un principio había creído los argumentos de Leiva en el sentido de que el banquero había sido estafado por el "directorio de transición" conformado para la privatización de la entidad crediticiaprovincial, pero posteriormente comprobó que él formaba parte de la maniobra. "Era un juez imparcial en ese momento, hoy no puedo serlo"."Hoy estoy enojado con Moneta pero antes no; era un imputado más", afirmó el magistrado.