La detención y procesamiento de los tres sujetos fue consecuencia de una investigación de la Policía Federal, que recibió información de la delegación española del FBI.
Los ahora procesados son Marcelo Rocca Clement, Leonardo Damián Ruso y Federico Erwin Vescovo, a quienes se les imputan los delitos de asociación ilícita, en concurso real con exhibición de imágenes pornográficas de menores de 18 años y abuso sexual agravado.
Según se pudo saber, los menores eran obligados a mantener relaciones sexuales que eran fotografiadas y difundidas a través de las Web.
Los menores eran tentados con invitaciones a comer y para asistir a partidos de fútbol, con la intención de ganar la confianza de los chicos y las de sus familias. Luego los convencían de participar de escenas de desnudos y a mantener relaciones sexuales con mayores.
En su resolución de 32 carillas, Bergés -quien trabó embargo sobre los bienes de los imputados por 100 mil pesos- reflejó el resultado de las escuchas telefónicas de la investigación, en las que se narran detalles de los actos sexuales que los imputados sostenían con los menores.
Si bien los menores negaron haber mantenido esas relaciones, las pericias médicas comprobaron lesiones anales, pero aún se trata de establecer si las mismas corresponden a actos sexuales.
Según el magistrado, Rocca Clement intentó "en reiteradas ocasiones entre 1999 y el 2000 acceder carnalmente" a uno de los menores identificados en el expediente, "quien actualmente cuenta con 12 años de edad", una de ellas durante tres días que pasaron juntos en Mar del Plata.
A Ruso el juez le imputó "haber colaborado con Rocca Clement para que éste último pudiera lograr en reiteradas ocasiones...acceder carnalmente" al niño. En tanto a Vescovo le imputó "conformar un grupo entre cuyos fines, hasta el momento, se encuentra el de captar menores de distintas edades que van de los 11 a los 15 años...para satisfacer sus propias apetencias sexuales y la publicación e intercambio de fotos con pornografía infantil mediante la utilización del sistema de Internet".
Berges subrayó que "todos los menores con domicilio en la Capital Federal han resultado ser hijos de padres divorciados o separados de hecho que conviven con sus madres", circunstancia ésta que no parece casual para el magistrado "sino que por el contrario (fue) premeditada, buscando horadar los cimientos familiares en grupos disociados o con alguna problemática concreta"