C) CAMBIOS

Positivos, al menos en su manejo con la prensa, es la que comienza a exhibir la nueva conducción de la Asociación de Magistrados y Funcionarios del Poder Judicial. Sorprendió el veterano camarista laboral Fernández Madrid no sólo por la calidad de la recepción sino en su amplitud para abordar diversos temas de compleja actualidad con los periodistas a quienes agasajó el pasado jueves 28. Rodeado por colaboradores jóvenes y no tanto, amenaza con plantarse con firmeza ante problemas que afectan a la corporación y revitalizar la función que en ese sentido debe tener el sindicato de jueces. Uno de ellos es el traslado de los fueros ordinarios a la órbita de la Ciudad pero sustentado en un criterio jurídico: según la “Ley Cafiero”, la Ciudad de Buenos Aires no tiene jerarquía de provincia y por ello no puede tener un Poder Judicial propio ya que los magistrados –de acuerdo con la Constitución- son nacionales o provinciales. Claro que también debió escuchar reproches, como se le hicieron llegar a un importante allegado a esa conducción celeste durante un privado almuerzo: como explica la Asociación haber salido en defensa de Ricardo Bustos Fierro cuando hubo un intento de destituirlo por parte del Consejo de la Magistratura y no abrió la boca cuando Carlos Liporaci –sin entrar a considerar su culpabilidad o inocencia, eso deberá determinarlo la investigación penal- se quejó de que estaba siendo juzgado en el mismo Consejo fuera del marco del Estado de Derecho. El influyente aceptó la crítica del periodista aunque reveló que el cuestionado juez federal porteño no recoge ninguna simpatía dentro de la Asociación. Pero también este criterio es peligrosos si se quiere ecumenizar la función de esa organización y elevarla por encima de las parcialidades e internas permanentes en las que parece, les gusta vivir a los jueces, fiscales y secretarios.

hugo morales / dju