Para el camarista civil Claudio Kiper, quien fue invitado por la prestigiosa Universidad de Bolonia (Italia) a asistir a un master de postgrado y a interiorizarse en el funcionamiento del Consejo de la Magistratura de esa ciudad peninsular, célebre por el alto grado académico de sus casas de estudios. El premio sirve para estimular a uno de los consejeros de la magistratura local que logró ganarse un espacio interno en base a la defensa a ultranza de la corporación que lo llevó a enfrentarse con políticos y cierta prensa al punto de ser, hoy, uno de los cerebros de la nueva conducción de la Asociación de Magistrados. Pero no será un año fácil para el juez. Acaba de obtener –después de una dura puja- la presidencia de la Comisión de Administración del Consejo de la Magistratura, un cargo en el que debe decidir –en parte- el destino de los menguados fondos del Poder Judicial y en forma total, el manejo de los fondos provenientes del Banco Mundial para informatizar el Poder Judicial. Un manejo que otorga real poder más allá de la función, como ocurrió con otro prestigioso abogado: Rafael Bielsa en el ministerio de Justicia durante la gestión de Elías Jassán.
hugo morales / dju
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