El legislador republicano le dio poca vida a la adhesión norteamericana al Estatuto de Roma en virtud de que no sería aprobada por el Congreso estadounidense. Cabe señalar que la mayoría en la Cámara del Senado norteamericana está integrada por republicanos.
El senador Helms indicó también que "hace dos años, Clinton rechazó firmar el Estatuto de Roma, mencionando la amenaza que la Corte significaba para funcionarios y soldados estadounidenses”. Al mismo tiempo, mencionó los dichos del embajador David Scheffer quien presidió las negociaciones. En esa oportunidad el diplomático dijo al Congreso que “el Estatuto de Roma se propone establecer un acuerdo según el cual las fuerzas armadas de Estados Unidos que operan en el exterior posiblemente podrían ser procesadas por la Corte Penal Internacional aun si Estados Unidos no esta de acuerdo en sujetarse al Estatuto”.
Helms explicó que “esto no solo es contrario a los principios fundamentales del derecho de tratados, sino que podría impedir que Estados Unidos, utilizara a su Ejército, para cumplir con las obligaciones de la alianza y participar en operaciones multinacionales. Nada ha cambiado desde entonces para justificar la firma de Estados Unidos. Por el contrario, por dos años, la Administración ha tratado de garantizar en vano, medidas de protección adicionales para los ciudadanos estadounidenses, sin embargo, esto fue rechazado a su turno por cada uno de nuestros llamados aliados”, manifestó.
“Hoy, la Corte todavía clama, como lo hizo dos años atrás, por lacompetencia para acusar, juzgar y apresar a los ciudadanos estadounidenses, sea o no que Estados Unidos esté de acuerdo en sujetarse al Estatuto. Al firmar, efectivamente, el Presidente ha dado su aprobación a este ataque sin precedentes a la soberanía de los Estados Unidos”.
El legislador estadounidense acusó al presidente Clinton de haber firmado el Estatuto de Roma “para atar de manos a su sucesor”, al tiempo que advirtió que dicha decisión “no será tolerada”.
La oposición de la mayoría del Senado a la ratificación de Estatuto de Roma, entorpece la labor de la Coalición de la Corte Penal Internacional para lograr que 60 países ratifiquen el Tratado para lograr el establecimiento de la Corte. La mayoría de los republicanos, entre ellos el futuro secretario de Defensa Donald Rumsfeld, teme que soldados norteamericanos sean llevados ante el Tribunal a causa de su comportamiento durante misiones en su papel de "policía del mundo", según estimaron fuentes de la Coalición de la CPI.
Tras la firma de Clinton también suscribieron el Tratado de Roma Israel e Irán. El Tratado de Roma entrará en vigencia una vez que 60 países lo hayan ratificado. Según fuentes confiables se estima que en el año 2002 se alcanzarán las 60 ratificaciones para establecer el Tribunal Internacional.