Se encontrarían una jueza y un conocido camarista, cuyos fueros y nombres mantenemos en reserva por tratarse de cuestiones particulares pero que de algún modo rozan la función. La primera habría sido hospitalizada debido a una feroz paliza que le habría proporcionado su actual pareja -la mujer es divorciada- por cuestiones no muy claras en relación con su juzgado. En cuanto al camarista le entrará,apenas retorne la actividad judicial, un pedido de enjuiciamiento en el Consejo de la Magistratura a raíz de un supuesto tráfico de influencias en beneficio de un familiar que también atraviesa un juicio de divorcio. La denuncia vendría por parte de los abogados del ex cónyuge afectado por estas interferencias del magistrado quienes además llevarán el caso al Colegio Público de Abogados. Como se ve, apenas asoma febrero, vuelve a recalentarse la actividad judicial entre jueces que renuncian. Algunas voces críticas de la politica creen que existe una negociación con el Gobierno para dejar esos importantes sillones vacíos y casos de presunta corrupción que seguirán poniendo a la Justicia en la tapa de los diarios: uno de ellos será el escándalo que envuelve a la Cámara Comercial, no solo por denuncias de corrupción entre los mismos camaristas sino por el manejo que se hizo de los síndicos con la finalidad aparente de manejar las quiebras más importantes del país.
hugo morales / dju
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