La magistrada caratuló la causa como “atentado a la autoridad y lesiones”, ya que la única persona afectada físicamente por el ataque fue un efectivo de la Policía Federal que se encontraba custodiando el lugar al momento del hecho y que sufrió un “aturdimiento efectivo”.
Según informaron fuentes judiciales, Servini de Cubría convocó a varios organismos de seguridad para intentar esclarecer el ataque. Entre ellos, la Gendarmería, la Prefectura y varias divisiones de la Policía Federal.
En el juzgado esperaban hoy los resultados de las pericias que permitirían conocer el origen del artefacto que provocó la explosión. Las mismas fuentes estimaron que estarán listos en las próximas 24 horas.
Hasta el momento, Servini no cuenta con testigos ni con ningún otro indicio y tampoco hubieron llamadas telefónicas de ningún grupo atribuyéndose el atentado. La hipótesis que se maneja con más insistencia es que el objetivo del ataque fue “un intento por crear cierto tipo de división religiosa”.
Además, se supo de fuentes seguras que el presidente Fernando De la Rúa llamó personalmente a la juez a cargo de la causa para interesarse y dar su apoyo a la investigación.
Una de las pistas aisladas que siguen en el juzgado es un llamado telefónico, posterior al atentado, al Centro Islámico de Ciudadela. Presuntamente, se habría tratado de una advertencia de un nuevo ataque.
Por su parte, el dirigente de la mezquita de Floresta dio un comunicado ayer en el que afirmó que no le extrañaría que se haya tratado “de los mismos atacantes de la AMIA, buscando sembrar el odio en la sociedad y acusar a los musulmanes”.
Temas relacionados:
Reforzaron la seguridad en todos los templos tras el atentado a la mezquita 22/01/2001