Es una bomba de retardo y dispersión que fue inventada por Chile y se lo aplica a todo hecho que tiene consecuencias y derivaciones más allá del objetivo inicial. Así parece serlo este informe de Levin que puso en el mas alto nivel de la discusión política argentina al tema del lavado de dinero al punto que la izquierda criolla, incluidos Carlos “Chacho” Alvarez y Raul Alfonsín, no vacilaron en hacer disparar misiles contra el presidente del Banco Central, Pedro Pou, a quien tuvo que salir a respaldar el propio ministro de Economía, José Luis Machinea. Es que la sospecha no se centra solamente en el Federal Bank , M.A. Bank o Citibank sino en una docena de bancos cuyas vinculaciones con el poder político y económico de los últimos 20 años en la Argentina es notoria. El MTB Bank (Manfra & Tordella y Asociados), el Mercurio, Casa Piana, el Macro y el BGN (Banco General de Negocios), entre otros figurarían en una larga lista que se dice en las cercanías de la incontrolable diputada –para Alfonsín- Elisa Carrió, se conocerá en marzo próximo cuando se reúna el Comité de Investigaciones del Narcotráfico en el Congreso norteamericano. Lo cierto es que estas denuncias han convulsionado al cerrado mundo financiero porteño al punto que fisuró la excelente relación que tenía el controvertido Pou con el Citi.
hugo morales / dju
Estimado colega periodista: si va a utilizar parte esta nota o del fallo adjunto como "inspiración" para su producción, por favor cítenos como fuente incluyendo el link activo a http://www.diariojudicial.com. Si se trata de una nota firmada, no omita el nombre del autor. Muchas gracias.