El nacimiento de la niña se produjo en el Hospital Rivadavia de la Ciudad de Buenos Aires antes de que se conociera el fallo de la justicia porteña del fuero en lo Contencioso Administrativo y Tributario sobre el pedido de una madre que requería adelantar su parto por la patología quepresentaba su hija. Los bebés que sufren de esta enfermedad nacen sin cerebro, por lo que su vida no puede durar más que un par de horas, según ha sido probado por peritajes médicos.
De esta manera, tras las primeras contracciones que tuvo ayer la mujer, la beba nació en forma natural pese a que quince días atrás la madre había solicitado al juez Alfredo Kersman una autorización para provocar el parto cuando todavía estaba en un período de gestación de siete meses.
La jurisprudencia había sido sentada por el Máximo Tribunal durante la feria judicial –el 12 de enero fue el acuerdo en el que se decidió el fallo- y provocó un amplio debate en la sociedad a través de los medios de comunicación que obligó a que los nueve ministros de la Corte se presentaran para tomar una decisión a tiempo.
Ante la escasa posibilidad que tenía esa criatura de sobrevivir fuera del útero materno por carecer de masa encefálica, la Corte Suprema dio prioridad a la salud mental de la progenitora, basándose en la opinión de varios médicos de varias especialidades.
“Adelantar o postergar el alumbramiento, en esta etapa de la gestación, no beneficia ni empeora la suerte del nasciturus. Es que su eventual fallecimiento no sería consecuencia del hecho normal de su nacimiento, sino de la gravísima patología que lo afecta”, había dicho la Corte sen su sentencia dictada hace menos de dos meses.
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