"Si la actitud de las autoridades es evitar que SIGEN audite a la SIDE, se pierde una oportunidad histórica."
El Dr. Rafael Bielsa, Síndico General de la Nación, es un hombre apasionado por su tarea. Se le nota apenas uno lo escucha exponer sus puntos de vista. Su tarea es ardua: Es el encargado del control interno de todas las jurisdicciones que componen el Poder Ejecutivo Nacional y los organismos descentralizados y empresas y sociedades del Estado que dependan del mismo. Para ello, busca darle un nuevo perfil al organismo que conduce y acercarlo a la gente. Cita una estadística: "De 1600 encuestados, todos de un nivel sociocultural mas bien alto, solamente dos sabían exactamente que era la SIGEN".
Bielsa quiere diferenciarse de gestiones anteriores y dice que "antes que nosotros viniéramos, era un trabajo muy confortable estar en la SIGEN... ahora la cosa es diferente. Un dictamen contrario de la SIGEN tiene peso". Se queja de que no lo dejen auditar al Banco Central y a la SIDE: "Si nosotros hubiésemos encontrado irregularidades, Pou se hubiera tenido que ir por irregularidades descubiertas y no por rumores y un mar de sospechas... si la actitud de las autoridades es evitar que SIGEN audite a la SIDE entonces, a mi modo de ver, se pierde una oportunidad histórica porque la SIDE es un organismo altísimamente sospechado."
El Síndico tampoco se olvidó de hablar de su hermano, Marcelo, el técnico de la selección argentina de fútbol, y lo puso como modelo de conducta virtuosa: "El éxito solo es importante cuando valida valores".
Al final del reportaje, el lector tendrá la oportunidad de descargar en su computadora el texto completo de la ley 24.156, sobre "Administración financiera y de los sistemas de control del sector público nacional"
Diariojudicial.com: ¿Cuáles son las funciones de la SIGEN?
Rafael Bielsa: Para decirlo en los términos de la ley que crea a la SIGEN, la competencia es el control interno de las jurisdicciones que componen al Poder Ejecutivo Nacional y los organismos descentralizados y empresas y sociedades del Estado que dependan del Poder Ejecutivo Nacional, en cuanto a sus metodos y procedimientos de trabajo, normas orientativas y estructura organica. A diferencia de la Auditoria General de la Nación, que es el control externo, que es básicamente un control de tipo financiero contable, la SIGEN le añade todo lo que tiene que ver con la gestión. No es simplemente un control de estados contables, sino un control de funcionamiento.
Dju: ¿Con qué personal cuenta?
RB: Después del retiro voluntario, que fue un golpe fuerte para nosotros, porque este fue uno de los organismos donde mayor cantidad de gente se acogió al retiro voluntario, tendremos unas cuatrocientas cincuenta personas, más o menos.
Dju: ¿Por qué tanta gente se acogió al retiro voluntario?
RB: Mi explicación es que antes de esta gestión, la SIGEN tenía un nulo o bajísimo perfil. Cuando nos hicimos cargo del órgano recibimos una estadística donde, de 1600 encuestados, todos de un nivel sociocultural mas bien alto, solamente dos sabían exactamente que era la SIGEN. Entonces teníamos dos alternativas: Una era empezar investigando persona por persona en la SIGEN, desde los gerentes para abajo, y buscar responsabilidad por el bajo nivel de las auditorias anteriores, en un procedimiento casi policiaco. La otra alternativa era trabajar estructuralmente, hacer una reingeniería del organismo. Nosotros tomamos este último camino, con la ayuda de la Fundación Estrategias, que contratamos como consultora externa. De esta manera, reestructuramos el organismo y esto nos generó otra manera de trabajar, con otros hábitos de trabajo y otro estilo de expresar los informes de auditoria, con una conducta mucho mas proactiva. Esto hizo que se produjera un cambio en la cultura organizacional. Mucha gente no aceptó este cambio y prefirió retirarse. Antes que nosotros viniéramos, era un trabajo muy confortable estar en la SIGEN. Ahora se trabaja distinto y ya no es tan cómodo.
Dju: ¿Antes de su gestión, la SIGEN fue "desactivada" deliberadamente por los gobiernos de turno?
RB: Vamos a remitirnos a los hechos. En la década anterior se hicieron todas las privatizaciones de una parte enorme del capital estatal, sea empresas o servicios. De esas privatizaciones o concesiones ha surgido una enorme cantidad de conflictos, porque se hicieron en condiciones leoninas, perjudicando el interés fiscal y beneficiando exageradamente el interés de los particulares. Esto es lo que originó las actuales renegociaciones por el correo, los aeropuertos, los corredores viales, el precio de los DNI y otros casos mas. Creo que en su momento el papel que tuvo que tener la sindicatura fue marcar esos desequilibrios estructurales en la relación entre el Estado, el capital concentrado y los usuarios. Si en ese momento lo hizo, la SIGEN no fue escuchada. Ahora la cosa es diferente. Un dictamen contrario de la SIGEN tiene peso. Nosotros nos circunscribimos a la cuestión estrictamente técnica, pero por eso mismo, cuando señalamos las anomalías, un dictamen en contra nuestro es tenido en cuenta.
Dju: Una de las cosas que se dicen en los casos en que se pretende revisar una privatización o concesión es que esto podría afectar la seguridad jurídica...
RB: Esto es una simplificación mentirosa del problema. En este país se pasa a los extremos. Somos muy afectos a eso. Por ejemplo: "meter bala" o "garantismo ingenuo", cuando en el medio hay muchas posiciones que el Estado puede adoptar para combatir el delito. En esto es lo mismo. El Estado debe adoptar una postura racional y decir "señores, debemos renegociar el contrato en el marco de la ley de emergencia económica". Cuando la ley de emergencia económica habla de sacrificios compartidos, eso significa que el estado y el sector privado deben compartir los sacrificios y discutir los costos. Hay una cultura empresarial, una cultura del capital prebendario, que estuvo acostumbrado durante diez años a hablar con un Estado que se colocaba en el lugar de socio de ese capital. Pero los intereses del capital privado solo son compatibles con los del Estado en la medida que sean convergentes. Nosotros le decimos al sector privado: "hemos hecho un modelo del cual es su plan de inversiones y su utilidad racional". Por ejemplo, nosotros tuvimos un pedido de reconocimiento de deuda por parte de Aeropuertos Argentina 2000 por 200 millones de dólares y nosotros le dijimos que a nuestro juicio la deuda claramente exigible era de 18 millones de dólares y aunque no les hizo gracia, lo comprendieron perfectamente. La idea es transformar al Estado Ausente en un Estado Presente, pero no un estado policial. No se trata de desarmar privatizaciones sino de poner las cosas en blanco sobre negro. Lejos de comprometer la seguridad jurídica, esto la fortalece, porque sino nuestro país se transforma en el que tiene la nafta mas cara del mundo, los teléfonos mas caros del mundo, el agua mas cara, etc; y se remesan cantidades industriales de dinero a las casas matrices por una renta que genera Argentina y que hace menos viable a nuestro país, porque son negocios irracionales, porque dentro de las ecuaciones financieras de estos negocios, las utilidades no guardan ninguna relación con las inversiones. Entonces ahí se está jugando mucho del futuro del país. Los empresarios deben comprender que acá no hay ninguna actitud persecutoria ni ideologizada. Lo que se está discutiendo es la defensa de los intereses del Estado Nacional. La intención no es litigar para después estar pagando indemnizaciones dentro de diez años. Si a nosotros nos convencen con los números, no hay problemas. Se trata de discutir muy racionalmente y con un conocimiento muy acabado de lo que se esta hablando. Mucho mas inseguro es un país donde se consiguen grandes beneficios a costa de corromper funcionarios. Hay que hacer un seguimiento de las privatizaciones y señalar los incumplimientos. Discutamos lo que haya que discutir, hagamos una negociación razonable, pero no pretendamos incumplir el contrato. Si hay un canon que pagar, hay que pagarlo. La idea es negociar en forma abierta, transparente, no entre altos funcionarios y empresarios. Nosotros en algunos casos recurrimos al Ministerio de Justicia para que nos ayude en procesos de mediación en esos casos de renegociación, como se esta haciendo con el caso de los aeropuertos. Con Trenes Metropolitanos lo intentamos pero no funcionó. Es muy importante que esto se haga a la luz pública, que cualquier ciudadano pueda obtener información, presentándose en mesa de entradas. Esto ayudaría enormemente a la seguridad jurídica.
Dju: ¿Cuáles son las facultades de la SIGEN?
RB: Nosotros tenemos auditorias de rutina y especiales. Las de rutina forman parte del plan anual de auditorias. Hacemos una matriz de riesgo con los organismos mas "riesgosos", en función de informes anteriores, antecedentes y las particularidades de cada función. El total de organismos auditados es mas de dos centenas. A los organismos mas riesgosos le dedicamos mas horas hombre. Otros que funcionan muy bien y merecen nombrarse, como la Comisión Nacional de Aeronavegación, requieren menos trabajo. Nuestras observaciones no son vinculantes, pero en la medida en que se afianza nuestro prestigio técnico y en la medida que cumplimos con nuestra obligación legal de informar al pueblo de las tareas que SIGEN realiza, mas difícil es para un funcionario no hacer caso de nuestros informes. Fíjese el caso de la liquidación del INDER que iba a ser liquidado en condiciones ruinosas para el fisco y en función de distintos informes que hicimos y de la aceptación de esos informes por el Ministerio de Economía se revirtió totalmente la cosa y empezamos a hablar de cifras mas razonables para liquidar la cartera pendiente. Estamos hablando de un ahorro para el Estado del orden de centenares de millones de dólares.
Otro caso es la intervención de SIGEN, en el pago de bonos de consolidación de deuda, le permitió al Estado ahorrar el año pasado cerca de 300 millones de dólares.
Dju: ¿Y los organismos "riesgosos", cuales son?
RB: Hay organismos que por sus características requieren mayor control como el Ministerio de Desarrollo Social, en un país como el nuestro, con tantos conflictos sociales y desempleo. Otro caso es el Ministerio del Trabajo y todo el Sistema Nacional de Salud, por ejemplo, el Hospital Malbrán, la Colonia Montes de Oca, etc.
Dju: ¿Se detectaron irregularidades?
RB: Si, el sector público argentino es un sector muy apaleado. Tomemos el caso del Malbrán. Hay reparticiones públicas que parecen una mezcla de Kosovo con el Hospital Mount Sinai. Al lado de una oficina destruída hay un pabellón espectacular que fue donado o que tiene un convenio con una universidad extranjera. Argentina adolece de políticas públicas de Estado. Cada gobierno hace su proyecto.
Dju: ¿Qué cambiaría en la actual legislación que regula a la SIGEN?
RB: Lo que cambiaría es lo siguiente: Cada ministerio tiene una unidad de auditoria interna que depende funcionalmente de SIGEN pero jerárquicamente del ministerio, lo que implica tener dos jefes. Yo pasaría esas unidades a depender jerárquicamente de la SIGEN. Sacando esa cuestión creo que es una ley muy sabia.
Dju: ¿Ustedes auditaron al Banco Central?
RB: En junio del año pasado quisimos auditarlo y hasta el día de hoy no hemos podido hacerlo, porque el banco se negó. Así que hay un conflicto interadministrativo que está a resolución. Estamos esperando un dictamen de la Procuración del Tesoro. Nosotros queríamos auditar la superintendencia de entidades financieras, ver como funcionaba, ver si efectivamente se guardan los encajes técnicos, todo el tema del otorgamiento de cuentas corrientes y tarjetas de créditos. Muchas de las cosas que hoy estallan en el Banco Central y los cuestionamientos a su presidente, este manto de sospechas, todo esto se hubiera resuelto de forma mas racional, si nos hubieran dejado auditar en su momento y ahora no estaría pasando lo que esta pasando. Mucho menos comprometida estaría la estabilidad del presidente del Banco Central si nos hubieran dejado auditar, y si nosotros hubiésemos encontrado irregularidades, Pou se hubiera tenido que ir por irregularidades descubiertas y no por rumores y un mar de sospechas, generadas por un subcomité de una minoría de un órgano parlamentario de un país que no es el nuestro. Ese es el modelo de país que tenemos.
Dju: ¿Y que pasa con la SIDE?
RB: Es parecido al caso del Banco Central, estamos en un conflicto interadministrativo con la SIDE sobre si la podemos auditar o no. Obviamente no queremos auditar los movimientos de fondos, porque son operaciones secretas, pero si los saldos de cuentas, que no tienen porque ser secretos. Ellos no pueden informar que tienen en la cuenta un saldo diferente al verdadero, porque eso es malversación. Yo avizoro que con todo este problema del tema de los sobornos del senado, de Dick Morris, la denuncia de distintos particulares, la denuncia de Monner Sans, se genera un escenario muy sensible. La auditoria permite poner en blanco sobre negro cosas que en el imaginario popular son sentidas como desmanejo de la cosa publica.
(N. de la R: En su apelación a la falta de mérito para once senadores, dictada en diciembre pasado por el luego suspendido y ahora renunciante juez Liporaci, en el caso de la investigación por los presuntos sobornos en el Senado, los fiscales Freiler y Delgado manifestaron su convicción de que los movimientos de fondos en dos cuentas reservadas de la SIDE coinciden con la fecha en que se habrían llevado a cabo negociaciones por la ley de Reforma Laboral entre representantes del Ejecutivo y los jefes de las bancadas mayoritarias del Senado. Al respecto, el 26 de febrero, el abogado Ricardo Monner Sans entregó a los fiscales federales Eduardo Freiler y Federico Delgado una serie de elementos que, consideró, podrían llegar a ayudar a profundizar la "línea SIDE" en la investigación por las presuntas coimas en el Senado para aprobar la ley de reforma laboral. La documentación más importante entregada por el letrado se refiere a 25 inmuebles que serían de la Secretaría de Inteligencia Del Estado, aunque están a nombre de cuatro empresas fantasma a las que además el organismo les paga alquiler.
Por otra parte, a principios de diciembre pasado, el juez federal Urso allanó las oficinas de la SIDE en procura de documentación referida a otra causa en la que se investiga si desde la SIDE se proveyeron los fondos para financiar la campaña publicitaria presidencial encomendada al publicista norteamericano Dick Morris.)
Dju: ¿La legislación tiene zonas grises que permiten que estos organismos no se dejen auditar?
RB: No, a nuestro modo de ver la ley es muy clara. El Banco Central es un órgano autárquico pero no un órgano extrapoder, la SIDE tampoco. El único órgano extrapoder en nuestro sistema es el Ministerio Publico, según el artículo 120 de la Constitución Nacional. Si pertenece al Poder Ejecutivo, según el artículo 98 de la ley 24.156 tenemos que auditarlo. Si no debería haber una excepción expresa en la ley y no es así. El argumento de que el banco Central es autárquico y que tiene una auditoria interna es infundado porque las universidades son autarquicas y nosotros las auditamos sin conflicto. El argumento de que por su peculiaridad necesita una auditoria interna especial tampoco vale porque el PAMI tiene su auditoria interna y nosotros lo auditamos. ¿Cuál es el verdadero motivo para que nosotros no auditemos al órgano que maneja la política monetaria argentina? Este conflicto necesita del dictamen del Procurador del Tesoro. El dictamen lleva nueve meses sin salir y eso que estamos todos los días atrás del tema
Con la SIDE pasa igual. El decreto secreto 5315 del año 56 que rige el funcionamiento de la SIDE establece que ese organismo debe exhibir mensualmente actas que servirán como descargo de cual es su saldo de cuenta, o sea, que se gastó y qué no se gastó. De hecho nos venía informando a nosotros y a la Contaduría General de la Nación cual era el saldo. Lo que pasa es que ese informe no reflejaba la realidad. Esto surgió de una investigación nuestra que hicimos a pedido de la Oficina Anticorrupción de donde surge que un dinero, que figuraba gastado por la SIDE, no estaba gastado, sino que estaba en otra cuenta no sujeta al control público. Estamos hablando de 22.283.052 pesos. Nosotros lo detectamos porque la Oficina Anticorrupción nos pidió una investigación profundizada. Hicimos algo muy sencillo. Le pedimos al Banco Nación las cuentas de la SIDE y el movimiento de esas cuentas y le pedimos a la Contaduría General de la Nación y a la Tesorería cuanto retiraba la SIDE y cuanto informaba que gastaba. Cruzamos esa información con el movimiento de cuentas del Banco Nación y nos dimos cuenta que nos mentían. Es tan sencillo como eso. Ese fue todo el merito. Es muy sencillo auditar a la SIDE sin que pierda su autonomía y carácter secreto. Ahora, si la actitud de las autoridades es evitar que SIGEN audite a la SIDE entonces, a mi modo de ver, se pierde una oportunidad histórica porque la SIDE es un organismo altísimamente sospechado. Para que un fantasma deje de ser fantasma hay que tirar de la sábana.
Dju: ¿Cuál es la actitud del gobierno ante la postura del Banco Central y la SIDE?
RB: A nivel de la SIDE me acaban de comunicar que por un dictamen de la Procuración del Tesoro, SIGEN no debería auditar a la SIDE. Esto es paradójico, porque hasta el 18 de octubre, la SIDE informaba a SIGEN. Solo que no le informaba la verdad. Pero no cuestionaba la atribución de auditar de SIGEN. Ahora, está en las manos del Presidente de la Nación que la SIGEN audite o no, porque el dictamen del Procurador no es vinculante. Yo ya le envié un escrito al Presidente y estoy esperando a ver que se resuelve. Nosotros tenemos mas cosas que aportar en la medida que lo pida un juez y que el Presidente nos dispense del secreto. El juez Cavallo nos envió un oficio al respecto. Lo que le vamos a responder es que estamos en condiciones de contestar y junto con eso le pediré al Presidente la autorización para contestar y poder cumplir con la orden del juez. Vamos a ver que resuelve el presidente.
Dju: ¿Cuál es su impresión?
RB: El Presidente es un jurista y sabe que ante la requisitoria judicial hay que obedecer.
Dju: La impresión de la gente común es que hay muchos organismos de control pero la sensación es la de una gran corrupción en la administración pública, corrupción que aumenta cada día mas. ¿Cómo se revierte esta sensación?
RB: Creo que en nuestro país hay un problema de fondo y es que acá no hay una cultura, no hay una tradición cultural que nos diga que hacer las cosas como es debido va a dar como resultado que a uno le vaya bien. Es decir, la nuestra es una cultura en la cual parece que seguir el camino de las reglas no sirve, no da resultados en términos de beneficios económicos. Aquí parece que lo que conviene es tomar el atajo. Se rinde culto al "vivo" al que no respeta la ley. Esta cultura fue llevada al extremo con el menemismo, donde se afianzó la idea de que el vivo, al que transgrede la ley, no solo no se lo condena, sino que se lo premia socialmente. El secreto para revertir esto es mostrar que una conducta virtuosa puede ser exitosa. Ayer, en un programa de radio me pidieron un ejemplo y, no es por amor fraternal, pero un ejemplo de lo que digo es mi hermano, que vive modestamente, no sale nunca en revistas, continúa viviendo en su casa de Rosario, sobrepaga impuestos, porque le dijo a su contador que, ante la duda, pague impuestos, aunque sea de más, porque no quiere tener problemas. Eso lo traslada a la propia selección que dirige, que tiene un comportamiento ejemplar y gana, jugando a un fútbol ofensivo. Por eso yo digo que el éxito solo es importante cuando valida valores.
Nosotros elevamos muchas observaciones a la Oficina Anticorrupción y esta transformó gran parte de ellas en denuncias penales. Ambos organismos hicimos lo que marca la ley, pero después le toca al Poder Judicial, otra institución muy desprestigiada, y ahí hay jueces que hacen lo que tienen que hacer y jueces que no lo hacen. Los procesos judiciales son largos y la gente tiene una gran necesidad de que paguen los culpables, porque la gente tiene hambre, la pasa mal y se queja, con razón, de que sufre mientras que los grandes ladrones no van a la cárcel.
Dju: ¿Usted recibió presiones para no investigar algo?
RB: Hay muchas maneras de recibir presión, pero jamás recibí "sugerencias" de no investigar algo. Tampoco nunca me ofrecieron una coima, supongo que porque saben a quien ofrecérsela. Creo que el estilo de uno lo precede.
Creo que no hay nada que se resista a la verdad. El ejemplo que yo doy es el de Chacho Jaroslavsky. Cuado le preguntaban si el era amigo de Yabrán decía que si y, cuando le decían "¿y que pasa si el mató a Cabezas?", Chacho contestaba "y...le llevaré cigarrillos a la cárcel". ¿Quién le pudo cuestionar eso? Nadie. La nuestra es una sociedad tan hipócrita, tan escondedora, tan mentirosa que cuando un tipo dice una verdad, nadie lo puede cuestionar. Es como cuando me dicen a mi, "¿es cierto que es amigo de Galimberti?" (por Rodolfo Galimberti, ex montonero y actual empresario), yo le contesto que sí. Eso es un acto privado, no me avergüenzo de mis amigos y no lo voy a ocultar. La gran falla de esta sociedad es un problema de moral. No es una cuestión ideológica.
Dju: ¿Le interesaría pelear cargos electivos?
RB: No, en lo mas mínimo. La lucha electiva es una lucha donde uno se ofrece como un producto y eso no me gusta. A mi no me gusta ofrecerme. Además yo no creo en la profesionalización de la política, creo en el compromiso diario con el sufrimiento de la gente. Porque el poder seduce. Uno termina profesionalizándose con la política y eso deja de lado a la pasión que hay que poner en ella.
Dju: ¿Y si en vez de ofrecerse lo fueran a buscar?
RB: En ese caso lo pensaría, para ver como soy mas útil a mi país. Pensaría en mi familia, en mis hijos. No se si me gustaría que a ellos les endilguen los errores del partido al que pertenece el padre.
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