Se trata de Monica Lucia Arnaudo de Yabiansky quien fue localizada por la justicia en la ciudad balnearia, donde se trasladó con su familia luego de haber sufrido las secuelas del ataque terrorista. Arnaudo declaró ante la justicia local en cumplimiento de un oficio librado por el juez federal Juan José Galeano.
Según confiaron fuentes cercanas a la investigación, la mujer se encontraban junto con su familia en el living de su departamento, en el tercer piso del edificio ubicado frente a la sede de la mutual judía y recordó, en su reciente declaración, haber escuchado la secuencia del "fuerte chirrido de neumáticos, el choque del rodado contra el edificio e inmediatamente después la explosión".
Este testimonio, además de confirmar la existencia de la camioneta utilizada como coche bomba, plantearía que el conductor del vehículo se inmoló, ya que no habría tenido tiempo de abandonarlo, o la posibilidad de que el utilitario haya sido accionado mediante un control remoto.
Por otra parte, las mismas fuentes informaron que el juez Galeano terminó ayer de tomar declaración indagatoria a los cuatro integrantes de la familia Haddad, propietarios de la empresa de volquetes "Santa Rita", la misma que dejó uno de esos contenedores en la puerta de la AMIA. poco antes de la explosión.
Los testigos en la causa -entre ellos un barrendero de la empresa MANLIBA- aseguran que el contenedor estaba vacío, pero el eje de la indagatoria está referido a otra actividad de la firma que también era propietaria de una cantera en la zona de Olavarría, en la cual se utilizaban explosivos de caracteristicas similares a los utilizados en el atentado.
Tanto el padre, tanto Nassif, como sus tres hijos Javier, Pablo y Guillermo volvieron a negar cualquier tipo de vinculación con el atentado y lamentaron los perjuicios que les ha ocasionado en su actividad las versiones que los relacionaron con este hecho.
Antes de resolver su situación procesal, el juez Galeano llamará durante el resto de esta semana y la próxima a todas las personas mencionadas por los Haddad durante las indagatorias que se extendieron desde el 19 hasta el 27 de marzo.
En ese tramo del voluminoso expediente se realizaron distintas pericias tendientes a establecer si existió un excedente no registrado de explosivos de los declarados por la empresa de Haddad, que había sido subcontratada a principios de los años ´90 para efectuar "las voladuras previas" a la construcción del dique "Casa de Piedra".
Sin embargo, y luego de la realización de distintas diligencias en las que intervinieron la DGI y otros organismos de control administrativo, todo parecería indicar que Nassif Haddad , un libanés de 64 años y católico, y sus tres hijos no habrían tenido vinculación con la provisión de los explosivos con que se acondicionó la camioneta, que fue dejada estacionada en la playa "Jet Parking" hasta el día del atentado.
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