Los hechos tuvieron lugar el 16 de enero de 1999, cuando varios funcionarios de la unidad K-12 de la Policía Local de Málaga establecieron un dispositivo de vigilancia en el número 69 de la calle Virgen del Pilar de Málaga.
En el transcurso de la operación los policías observaron que llegaban al domicilio diferentes individuos que tras llamar a la puerta, que se encontraba entornada, y abrirles una niña de 12 años, se introducían en la vivienda y salían minutos después. La Policía interceptó a algunos de ellos con pequeños paquetes que acababan de adquirir en el interior de la casa. Uno de los agentes pasó entonces por delante de la puerta de la casa vestido de paisano, saliendo la menor y preguntándole si quería "un paquetito".
El agente se identificó como policía, y la niña entró corriendo en la casa gritando "¡abuela, abuela, la Policía!", según relata la sentencia. Al abrirse la puerta el agente vio desde la entrada que el interior se encontraba Isabel F.E., de 52 años, que en ese momento arrojó al suelo un huevo “Kinder”, esparciéndose por el suelo las dosis que contenía, al tiempo que trataba de ocultar en el sofá un fajo de billetes.
Una vez efectuado el registro de la vivienda, la Policía encontró 16 dosis de droga destinada a ser vendida a terceros, además de un total de 83.870 pesetas (cerca de 450 pesos). El tribunal considera probado que Isabel F.E. cometió un delito contra la salud pública, con la circunstancia agravante de reincidencia, ya que había sido condenada por vender estupefacientes en 1993 y 1994.