B) PATRIÓTICO. Y simultáneo –pero con asado- fue también el quincho que tuvo lugar en las instalaciones de la Fuerza Aérea, en las cercanías del Aeroparque. Muchos jueces y camaristas y hasta el mismísimo fiscal Quantín no podían soslayar los temas del momento: la boda binacional y el caso de las armas. Es que además de federales -no hay que pensar solamente en los de Comodoro Py- como Rodríguez, de Morón o Suárez Araujo, de San Martín, estaban los de penal económico De la Cárcova, Lemos y Aguinsky, quien con su habitual diplomacia evitó dar opiniones de una causa que conoce como pocos: “hay colegas que están tomando decisiones y yo no puedo decir nada que se interprete como una opinión sobre su trabajo”, se atajó cuando le empezaron a pedir pronósticos sobre el caso. Para no ser descortés, sólo aclaró que –al revés de cómo había salido en los diarios- él no le solicitó a Urso que le remita la causa cuando los defensores de Sarlenga se lo habían pedido. No sólo rechazó esa solicitud sino que advirtió – a fines del 98- que de fijarse la calificación de asociación ilícita que Carlos Stornelli había propugnado en la causa de federal, ésta podría absorber la que está en penal económico. También –escueto- dijo de Palleros que “seguramente se fugó porque Blondi –el ex juez que era su abogado- le habrá dicho que la Cámara había confirmado mi rechazo a su pedido de exención de prisión". En cuanto al tema de los consortes –los judiciales son muy respetuosos de los temas de la vida privada, aún de la de sus adversarios- muchos objetaban la agresión que en su momento le infringió el periodista Luis Majul al ex presidente “¿Cómo le va a preguntar si usa Viagra?”, con lo cual y tras cartón un magistrado acotó –entre sonrisas- “me dijeron que es bastante bueno”.
C) RESIGNADO. Se lo vio el viernes 25 de Mayo a Emir Yoma en su encierro de Campo de Mayo donde cumple prisión preventiva por su presunta responsabilidad como organizador de una asociación ilícita para vender armas a Ecuador y a Croacia. Se resistía a creer que la Sala II de la Cámara Federal Penal porteña hubiera confirmado el fallo del juez Jorge Urso y mucho menos que lo hubiera hecho en tan corto plazo. Emir querría hablar pero se refugia en un cerrado hermetismo: algunos creen que por no complicar más a su ex cuñado Carlos Menem, otros por temor a que Urso –a quien esta causa lo va poniendo propenso a reacciones imprevistas como la que habría derivado en la suspensión del encargado de su edificio de Palermo Chico- le restrinja aún más las condiciones de detención como lo hizo anteriormente con el uso de los teléfonos. Este 25, mientras en los campos aledaños escuadras antimotines de Gendarmería se alistaban para una eventual represión en los 175 cortes de rutas que existen en el país, en algunos de los cuales llega a cobrarse peaje, Emir Yoma festejaba en familia el cumpleaños de uno de sus hijos menores y recibía el consuelo de los familiares más allegados. En esa tarde otoñal y en la soledad de Campo de Mayo, uno de los escasos visitantes parafraseó a Jean Paul Sartre: “el hombre y sus circunstancias” mientras Yoma le cantaba el cumpleaños feliz a su hijo, resignado, quizá con que deberá permanecer en ese lugar seguramente hasta el juicio oral y público si es que la Casación Penal y la Corte adonde piensan apelar sus abogados esta semana, no revoca esa calificación.
D) UNO. De los camaristas de la Sala V del fuero Contencioso Administrativo Federal habría hecho saber que su posición era favorable a otorgar el recurso de amparo que presentó el controvertido ex presidente del Banco Central, Pedro Pou, contra el decreto presidencial que lo removió del cargo. El nerviosismo ganó al gobierno que debió apurar la negociación con los senadores peronistas de la Comisión de Acuerdos del Senado para darle mayor solidez a la precaria situación de Roque Maccarone al frente del Central. Ahora, con este espaldarazo del Congreso se cree difícil que esa cámara e incluso la Corte, donde también se escucharon voces críticas contra el gobierno por el desprolijo manejo de este caso, respalden a Pou. De todos modos los problemas para Maccarone no se han acabado. El denunciante Ricardo Monner Sans pidió que se cuestione la designación del presidente del Central por no ajustarse a la ley de Etica Pública que reclama un año de no realizar ninguna actividad para empresas privadas si se quiere acceder a un cargo público. Maccarone fue asesor del Banco de Galicia antes de asumir y ello le está trayendo más de un dolor de cabeza. Singular criterio el de esta ley, porque impide asumir a los mejores cerebros en los cargos públicos y transforma al Estado en un empleador de desocupados o inútiles.
E) DOLOR. En la familia judicial por la muerte de la juez de instrucción Ana Selva –ex secretaria de penal económico y madre del actual funcionario que asiste al juez en la causa armas de ese fuero-, quien venía soportando una larga enfermedad pese a que no había superado el medio siglo de vida. Esta joven mujer, hasta último momento mostró un ánimo envidiable y hasta llevó alegrías y esperanzas a otros jueces en el mismo trance como es el riojano Gustavo Karam. Por eso, a su sepelio concurrió toda la familia judicial y por un momento se dejaron cuestiones internas que se transforman en nimiedades frente a cuestiones trascendentales como es la vida o la muerte. Desde Mariano González Palazzo hasta Julio Speroni se dieron en su entierro al punto que este último tuvo que delegar en otro funcionario todo el trámite de la detención de Erman González, quien se presentó detenido apenas abrieron los tribunales a las 7:30, conocedores desde la noche anterior que su destino estaba jugado. González será trasladado esta semana al Escuadrón Campo de Mayo de la Gendarmería donde compartirá encierro con Emir Yoma, quien esta semana también revelaría la existencia de un informe del Banco Central que podría desalentar las sospechas que se arrojaron sobre sus múltiples transacciones económicas.