El juez dispuso que sólo dos personas a la vez podían visitar al detenido y restringió la cantidad de empleados que lo pueden asistir en la residencia de Don Torcuato, la propiedad de Armando Gostanián lugar donde se decidió que pase su detención preventiva.
De esta forma los abogados Oscar Roger y Oscar Salvi indicaron ante la Cámara que “acotar el régimen de visitas fue caprichoso” y que “fue carente de fundamento legal”. El juez Urso sometió a Menem a una situación de “vejación”, “el trato a un ex presidente no puede ser igual a cualquier detenido”, señalaron.
En varios párrafos del escrito los abogados de Menem al apelar las restricciones carcelarias hicieron mención a normas internacionales entre ellas la Convención Americana de Derechos Humanos o pacto de San José de Costa Rica, argumentando que el magistrado lo sometió a trato “inhumano” y “degradante”. Fue un atentado contra “la faz anímica y emocional del ex presidente”, expresaron en otro párrafo de la presentación.