En la audiencia se procedió a escuchar las cintas telefónicas de Ricardo Villarino y Miguel Lovera, dos de los imputados, en donde ambos mantenían conversaciones en una supuesta maniobra de venta de armas.
"Cordón para zapatos, barritas de desodorante, pan lactal", eran los códigos utilizados en esas charlas aludiendo a las mechas, a los detonantes y a los panes de explosivo tipo trotyl, respectivamente. Sin embargo, los dos acusados negaron reconocer sus voces en esas grabaciones.
Los implicados no pudieron ser acusados de venta de armas de guerra ya que la única operación comprobada había sido inducida por un agente encubierto, que murió por una enfermedad dos semanas antes de que comenzara el juicio.
Según fuentes judiciales, la figura de asociación ilícita sería difícil de comprobar y la de tenencia y acopio de armas recaería sobre Lovera, Luis Pelle y Luis Ferreyra, ya que a estos se les encontró en su poder materiales explosivos.
La lista de implicados se completa con Jorge Pacífico, Juan Carlos Coppe, Haroldo Pérez, Rubén Mansilla, Carlos Brítez, Raúl Salamone y Luis Rodríguez.
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