Según informó a Diariojudicial.com el presidente de la Cámara de Casación Penal, Guillermo Tragant, la intimidación se hizo efectiva a través de una llamada telefónica al comando radioelectrico.
Poco después de recibido el aviso, el juez federal Gabriel Cavallo, que estaba de turno, ordenó que nadie entrara al edificio y dispuso que todos los empleados podrían salir libremente de sus oficinas.
La decisión generó una gran confusión ya que trascendió que existía una orden de evacuación, la que fue desmentida rápidamente por Tragant, y luego también por los efectivos policiales, quienes recalcaron varias veces que en ningún momento se impartió esa directiva .
"Miren lo que pasa a las 11:00 en Comodoro Py", habría sido el mensaje que generó la veloz huida de todos los presentes en los tribunales federales de Retiro .
Recién a las 11:30, y luego de que la Brigada de Explosivos de la Policía Federal revisara con perros entrenados todos los sectores del edificio, las casi 500 personas que estaban esperando en la calle volvieron a ingresar y la jornada continuó con la tranquilidad habitual.
Un hecho que acrecentó el miedo en todo el lugar fue la aparición de un ambulancia que en realidad se presentó para hacer unas pruebas de estacionamiento en vísperas del juicio por la voladura de la AMIA, que comenzará el próximo 24 de septiembre.
Empleados, fiscales, jueces, abogados y público en general formaron una larga cola para reingresar al edificio luego de pasar uno por uno el arco detector de metales instalado en la puerta de acceso, y de una minuciosa revisación de los bolsos y portafolios.