Según el proyecto elaborado por la Secretaría de Justicia de la Ciudad, con la nueva reforma se implementará un mayor número de agentes a la Policía, que contará con 15.000 efectivos y 2250 de soporte administrativos, más un presupuesto de 500 millones de pesos que serán administrados por el Gobierno de Aníbal Ibarra.
La iniciativa propone aumentar la remuneración base de los efectivos policiales que percibirán 1200 pesos por mes. Los agentes podrán retirarse a los 65 años de edad. Actualmente los retiros se producen de acuerdo a la cantidad de años que un agente tiene en servicio, por ejemplo un oficial se retira con 30 años de antigüedad en la Fuerza.
Según la iniciativa la Jefatura de la fuerza estará a cargo del Jefe de Gobierno y del Secretario de Seguridad y Justicia. De esta forma se deja abierto el interrogante acerca de si la Policía va a tener dos Jefaturas, una para la parte local y otra para la federal. De todas maneras, según el Subsecretario de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires, Eduardo Tholke “recién estamos evaluando que parte de la policía vamos a traspasar”.
“La Policía tiene una cantidad de funciones netamente federal como combatir delitos de droga, custodia presidencial, es una mezcla de policía federal con la policía local que sea exclusiva para la Ciudad”, manifestó el funcionario quien descartó que el proyecto del traspaso de la Fuerza sea tratado próximamente por el Poder Legislativo Nacional en virtud de que “hay otros proyectos que tienen prioridad, ahora el Poder Ejecutivo está por mandar un proyecto de ley para modificar la ley Cafiero”.
De todas formas Tholke explicó que “existen normas constitucionales que le otorga a la ciudad autonomía propia, lo que implica una policía propia y una justicia propia” y que “si bien la ciudad no es una provincia, hay que asimilarla como tal, porque la autonomía que le da la Constitución hace que sea muy parecida a una provincia. Es una ciudad estado”.
El Subsecretario de Justicia además señaló “que a los jueces nacionales o a los policías no les guste pertenecer a la ciudad es un tema subjetivo; una ciudad autónoma bien se merece tener una policía y una justicia propia. La ciudad tiene una cantidad de condiciones garantizadas que es igual al reconocimiento de autonomía”.
“Un robo en la calle Lavalle es un tema de la ciudad, no del Ministerio del Interior, igual que el caso de un proceso sucesorio en la ciudad no tiene porque tramitarse ante la justicia nacional” sintetizó.
En cuanto a la prevención del delito, Tholke señaló que “hay que intensificar el rol de la prevención con mayor énfasis, ésa es una de las patas de la Seguridad. La ciudad tiene un plan estratégico en cuanto a la parte de la policía que se pretende traspasar, una especie de regulación de la seguridad privada”.
“No se trata de aumentar la cantidad de agentes sino de que la policía se encargue de los temas que ahora son tramitados por las comisarías, por ejemplo extravío de documentación entre otras denuncias”, advirtió.
Según expresa el proyecto, “la acción policial deberá ser preventiva y represiva, y en cuanto a la organización será descentralizada en lo referente a la seguridad en el espacio público y máxima concentración en las misiones especiales. Se jerarquizará la condición profesional con requisitos de ingreso y promoción acorde a las tareas a desempeñar”.