“Es muy humillante estar acá pero tengo pruebas y la verdad se va a saber”. En la undécima audiencia del juicio por la voladura de la mutual judía, fue el turno de declarar del ex oficial inspector Araya que expresó su deseo de hablar pero por su nerviosismo sólo pudo remitirse a exponer las quejas de su estadía en el destacamento policial.
El imputado aseguró ser “verdugueado” en la DIPA: “Araya se la aguanta que lo torturen pero mis hijas no se lo merecen”. La queja mayor se refirió al tratamiento que le darían los policías a sus hijas de doce años durante los regímenes de visita. “Hace cinco años que estoy sometido a la justicia siendo inocente y mis hijas están sufriendo enfermedades por ello”, agregó.
En dos ocasiones el juez Gerardo Larrambebere, quien preside por esta semana el Tribunal Oral Federal 3, le advirtió con retirarlo de la sala de audiencias si el imputado no se calmaba y bajaba el tono de voz. Una de ellas fue cuando intentó dirigirse a la fiscalía buscando complicidad por un supuesto conocimiento de los fiscales del maltrato recibido por su familia. “Diríjase a mí”, ordenó el juez, pero Araya rogó: “Déjeme hablar”. En ese momento dos policías federales, al cargo de la seguridad del juicio, se pusieron detrás del acusado para impedir cualquier altercado.
En el comienzo de la audiencia el TOF-3 había denegado el pedido que todas las defensas de los imputados alojados en la DIPA hicieron ayer, incluyendo al doctor Juan Martín Cerolini representante de Araya, para trasladar a los mismos de su actual lugar de detención aduciendo malos tratos. Esto habría incrementado la angustia del ex policía.
“Pido disculpas pero no estoy en condiciones de declarar, dentro de un año se va a comprobar que soy inocente pero para esa época ya habré perdido seis años de mi vida”; fue la frase con que terminó su alterada exposición Araya. Después de eso fue sacado de la sala y le brindaron atención médica. El secretario del tribunal procedió a incorporar por lectura las declaraciones ofrecidas durante la investigación al juez federal Juan José Galeano.