Según la información aparecida en el Diario Río Negro, los rionegrinos interesados en prestar servicios en la justicia neuquina son César López Meyer (quien condujo el juicio oral por el triple crimen de Cipolletti), Jorge Bosch (camarista en General Roca), Orlando Coscia (juez correccional en la misma ciudad) y Rafael De la Rosa, ex camarista de la ciudad de General Roca. De los 16 anotados para cubrir la vacante en la Cámara Criminal Segunda, el Tribunal Superior de Justicia seleccionará uno que enviará a la Legislatura para el acuerdo. El mecanismo de selección consiste en anotarse en una lista que luego es evaluada por el Tribunal Superior de Justicia con el respaldo de un organismo consultor integrado por la Asociación de Magistrados y el Colegio de Abogados. De allí surge una terna sin orden de prelación, y el TSJ elige a uno que es enviado a la Legislatura, donde puede recibir acuerdo o no para asumir en el cargo.
Cabe destacar que entre los requisitos para ser designado juez en Neuquén no se exige antigüedad de residencia en la provincia.
Algunas diferencias
Aunque las abastece un presupuesto similar que ronda los 50 millones de pesos, las justicias neuquina y rionegrina mantienen sus diferencias. En Río Negro los magistrados no cobrarán este año el aguinaldo ni las asignaciones familiares, y todavía no percibieron sus sueldos de septiembre. En Neuquén no se padecen, por ahora, esos avatares. Se cobra al día, sin podas voluntarias ni obligatorias, para cargos similares los sueldos son levemente superiores, y el manejo autárquico del presupuesto permitió acumular en una caja de ahorros más de 20 millones de dólares.
Por otra parte, Alberto Balladini, integrante del Superior Tribunal de Justicia rionegrino, habría sido sondeado para saber si tiene interés en integrar el máximo órgano judicial de Neuquén, donde es inminente que se produzcan vacantes por jubilación de algunos de sus integrantes.