Canicoba ya decidió la clausura preventiva de la curtiembre al considerar que se estaría violando la ley de residuos peligrosos –que prevé penas de privación de la libertad y multas- y en la causa está imputado el dueño del establecimiento, Horacio Angeleli.
Por otra parte, hace quince días se produjo un derrame de gases en horas de la madrugada que dejó el saldo de cinco personas intoxicadas, tal como lo confirmó el hospital Santojani. Además de cromo podrían haber otras sustancias como ácidos o sulfuros, según explicó a Diariojudicial.com el Defensor Adjunto Gustavo Lebergueris, encargado de la investigación, que tuvo el apoyo técnico de las facultades de Farmacia y Bioquímica y de la Policía Federal.
La zona en la que se produjo el derrame es un lugar densamente poblado, con una escuela enfrente y con comercios y edificios alrededor. Hasta ahora, los síntomas de los vecinos fueron importantes molestias en las vías respiratorias.
El cromo y los ácidos eran utilizados para el curtido de las pieles. Según explicaron en la defensoría, aún no está claro si el cromo que se derramó de los piletones que la curtiembre tiene en sus terrazas es el llamado trivalente o tipo seis, este último fuertemente contaminante.
La Defensora del Pueblo porteña, Alicia Oliveira, aclaró por su parte que con la decisión de Canicoba se podrán investigar “más a fondo” las acusaciones de los vecinos. “La salud de los vecinos se ve comprometida por estos derrames. La decisión del juez de aceptarnos como querellantes en la causa judicial es una señal positiva que contribuirá al esclarecimiento de los hechos”, sostuvo la Defensora.