La medida fue adoptada por el juez de la Audiencia Nacional de España Manuel García Castellón, quien además dispuso la intervención y administración judicial del club.
El magistrado nombró un administrador judicial que "deberá aceptar, jurar su cargo y rendir cuentas antes del próximo 31 de marzo del 2000".
Gil y Gil, que está imputado por los delitos de estafa y corrupción, aseguró que jamás había tocado "una sola peseta" fruto de las transferencias de jugadores Christian Vieri, a la Lazio de Italia en 1998, del brasileño Juninho y el portugués Paolo Frute.
El polémico dirigente aseguró que presentará pruebas que demuestren su inocencia el próximo 10 de enero.