La denuncia por el presunto delito de “coacción” en perjuicio de Duhalde quedó radicada en el juzgado federal 6 cuyo titular es Rodolfo Canicoba Corral y durante la feria judicial permanece a cargo del juez Norberto Oyharbide.
En su denuncia, Parrilli hace referencia a las presuntas presiones ejercidas y alude en ese sentido a “la visita que efectuara a nuestro pais el ex presidente de España, Felipe González, de su actual canciller, Joseph Piqué y la llamada telefónica directa que el actual presidente de ese Estado, José María Aznar”, le hiciera a Duhalde.
Del régimen aprobado por el Congreso, señala el denunciante, “Se desprende, en principio, que los bancos, las companias prestatarias de los servicios públicos esenciales y las empresas petroleras, todas extranjeras, podrían sufrir una merma de sus ganancias como consecuencia de la devaluación producida y la denominada ´pesificación´ que les impediría trasladar la devaluación a los precios de los bienes y servicios, en caso de las prestatarias de servicios, y el cobro de sus créditos en d´lares en pesos, en el caso de los bancos a la vez que, para las petroleras, la fijación de una retención sobre sus ganancias”.
“Como consecuencia de estas presuntas mermas en sus ganancias estas empresas y bancos, a estar a las propias manifestaciones de miembros del Poder Ejecutivo y del Poder Legislativo, han comenzado a ejercer una serie de presiones” sobre Duhalde y los legisladores, por lo que una vez sancionada la norma esas presiones “se trasladarán” sobre quien ejerce la cabeza del Ejecutivo “a fin de que sean respetadas sus tasas de ganancias y privilegios”.
Respecto de la llamada de Aznar, el abogado denunciante destacó “la evidente finalidad de la misma en cuanto a la intención del gobierno español de variar el régimen legal (sancionado por el Congreso) a favor de las empresas de esa nacionalidad”, tal como lo reveló el vicejefe de gabinete, Juan Pablo Cafiero, quien a su vez reprodujo confesiones del propio Duhalde.
Entre otros testigos propuestos por Parrilli, se encuentran el propio Duhalde, Cafiero, el diputado radical Leopoldo Moreau quien durante la sesión del sábado denunció que “entre las presiones que se iban a tener que soportar para llevar adelante las disposiciones de la ley como era inicialmente concebida, iban a estar las de la ´Armada Invecible´que ya estaba en camino”.
El ex presidente Raùl Alfonsín, por su parte también denunció la existencia de presiones de parte de las empresas de servicios públicos, petroleras y bancos por los presuntos perjuicios que sufrirían a partir de la sanción de la Ley.
Otras presiones, según el denunciante, fueron más “sutiles”, como las ejercidas por Francia, de acuerdo con versiones periodísticas.
En su requerimiento, Parrilli solicitó que Duhalde especifique “las presiones directas que hubiere sufrido de grupos económicos respecto de las medidas aludidas así como también el contenido de la conversación con el actual presidente de España”.