Así lo aseguró hoy una alta fuente cercana a la investigación a Diariojudicial.com, quien explicó que pese a que el magistrado se encuentra de licencia impartió precisas instrucciones al tomar conocimiento que algunas versiones periodísticas habían asociado el crimen con la citación a Saccal para que declare en el juicio que lleva adelante el Tribunal Oral número 3.
El empresario figuraba en la nómina de testigos convocados, ya que en esa condición había declarado en dos oportunidades en el juzgado federal 9, el 26 de noviembre de 1996 y el 9 de mayo de 2001.
En la primera de sus declaraciones, Saccal recordó haber visto el volquete en la puerta de la mutual judía donde se realizaban refacciones, así como también el patrullero estacionado en las inmediaciones, durante el trayecto que recorrió en dos ocasiones, cuando fue a estacionar su automóvil en la playa de la Facultad de Ciencias Económicas y luego regresar a su negocio ubicado en Tucumán 2307, en la misma manzana donde se encuentra la AMIA.
De acuerdo con la primera declaración a la que tuvo acceso Diariojudicial.com, Saccal sostuvo que “al momento de ocurrir el atentado, se encontraba en el interior de su negocio (...) cuando la onda expansiva lo tiró hacia atrás”.
Al respecto, agregó que “luego del impacto decidió cerrar el local y, al poco tiempo, se produjo un corte de energía en toda la manzana” y que “luego de retirarse de su negocio, se dirigió hacia el lugar del hecho con el fin de socorrer a las personas heridas, y fue allí cuando le requirió el teléfono a una persona que poseía un celular para poder avisar a sus familiares sobre su estado de salud”.
Ante el requerimiento del juzgado acerca de si había notado alguna “anormalidad” en las proximidades de la AMIA, Saccal recordó que “sólo pudo ver un contenedor en la puerta, en virtud de que se estaban realizando refacciones y un patrullero que se encontraba sobre la calle Pasteur, casi llegando a la esquina de Tucumán”.
Sin embargo, en su segunda declaración testimonial, llevada a cabo cinco años después de la primera, el fallecido empresario no recordó esos detalles, pero sí haber visto obreros trabajando en los días previos al atentado, “en la refacción de la AMIA”.
En el primero de sus testimonios, Saccal dijo que cuando había transcurrido una hora de la explosión en la que murieron 85 personas y más de 200 resultaron heridas, llegó al lugar un hermano suyo “y al encontrarse ambos en un estado nervioso, decidieron retirarse del lugar”.
La fuente consultada explicó que Saccal fue convocado en dos ocasiones como muchos de los testigos que desfilaron por el juzgado, a raíz de la aparición de nuevos elementos surgidos durante la investigación, como por ejemplo la presencia de helicópteros sobrevolando la zona del atentado en los días previos, a lo que el fallecido empresario respondió en forma negativa.
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