Este diario accedió al contenido del escrito incorporado a debate, donde se asegura que tanto el block del motor como la chapa analizada presentan restos similares de “nitrato y nitrito de amonio, hidrocarburos y trotyl”, todos componentes que forman el explosivo conocido como “amonal”.
Además la Gendarmería entregó otra pericia química encargada por el tribunal sobre los restos de chapa de la camioneta, que buscaba determinar por la pintura y las capas protectoras el modelo de la carrocería utilizada en el atentado. Nercellas confirmó que la pericia demuestra que se trata de chapas correspondientes a unidades fabricadas “entre marzo del 87 y octubre del 89”
Para la querellante, esto demuestra que “Telleldín miente” cuando indica que la carrocería utilizada en la camioneta que se usó en el atentado pertenecía al disc-jockey Pedro Eugenio Sarapura, ya que –indicó la letrada- esa camioneta era “modelo 91”.
Ya el juez Juan José Galeano en su auto de elevación a juicio y los fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia habían indicado que Telleldín armó “varias camionetas similares” sabiendo de antemano que se lo investigaría tras la explosión. Para los acusadores, esta nueva pericia es una prueba más de que Telleldín sabía que la Trafic “doblada” se utilizaría en la acción terrorista, y por eso quiso “borrar sus huellas”.
Las conclusiones finales del trabajo realizado por expertos de la Gendarmería Nacional fueron girados al Tribunal Oral Federal 3 el viernes pasado, y fue incorporado a la voluminosa “instrucción suplementaria”, es decir, las medidas de prueba adicionales ordenadas por los jueces Pons, Larrambebere y Gordo antes del comienzo de las audiencias orales.
Fuentes judiciales confirmaron a este diario que las pericias fueron realizadas por “varios especialistas” en explosivos y materiales que “no son los mismos” que trabajaron en las pericias ordenadas antes por el juez de instrucción.
Esta pericia química es uno de los dos elementos de prueba considerados “fundamentales” por los acusadores, junto a otra que aún no fue remitida al tribunal y que busca establecer la forma en que colapsó el edificio de la AMIA, para concluir dónde estaba ubicada la carga explosiva, un tema objeto de debate en el juicio oral.
De cualquier forma, para la abogada de la DAIA la pericia conocida hoy “deja afuera de cualquier debate cuál fue el contenedor del explosivo”, en referencia a la Trafic-bomba. “Las otras hipótesis defensistas con las que nos quisieron distraer durante el proceso han quedado fuera de discusión”, aseguró la letrada, quien estimó que esta confirmación “debería acelerar el juicio”.
“Tendrían que dejar de lado esta discusión que todos sabíamos que era inútil”, remarcó Nercellas. “El mecanismo por el que fue producida la explosión está absolutamente claro con los resultados de esta pericia”, concluyó.
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