Con su fallo, el magistrado ordenó al Banco Sudameris, de la capital provincial, que le restituya 3.900 dólares a Edgardo Pinto y Edith Zacarias Sánchez, quienes por medio de un crédito de su obra social habían conseguido el dinero para comprar un rodado para los traslados que su hijo de 16 años necesita dado su delicado cuadro de salud.
El matrimonio Pinto inició, durante el año 2001, los trámites para obtener un vehículo importado con comodidades para el transporte de gente con discapacidades motoras. Una vez que se acordó el crédito, en noviembre del 2001, se realizó el pagó del 75 por ciento del auto.
Sin embargo, a partir de la creación del corralito, los fondos en dólares que tenía la familia en una caja de ahorro para cancelar la deuda quedaron atrapadas dentro de las disposiciones del decreto 1570/01.
En tanto, el último 12 de enero el automóvil en cuestión llego al puerto de Buenos Aires y la empresa importadora al no encontrar el resto del dinero le comunicó a los Pinto que si el mismo no se retiraba en un plazo de 15 días se aplicaría el cobro de un arancel diario en concepto de depósito.