“Nunca pretendió el Poder Judicial estar ausente ni del sufrimiento ni del esfuerzo de la sociedad argentina. Empero, no es justo pretender englobarlo con indiscriminada igualdad en relación al gasto y disponibilidad económica con los dos restantes poderes del Estado. Esto no es así. Debemos señalar que jamás el Poder Judicial manejó partidas de dinero en concepto de "gastos reservados". No existen dichas partidas en el ámbito de la Justicia. Asimismo es inexistente en el Poder Judicial de la Nación la presencia de empleados o funcionarios designados o convocados arbitraria y discrecionalmente por los jueces”, se señala en el comunicado, destacándose que “No existen en la justicia –como sucede en los Poderes Ejecutivo y Legislativo- "módulos remunerativos", ni personal de confianza, menos aún gente que no trabaje. Muy por el contrario, existe gente que trabaja y no cobra, como es el tema del personal meritorio incorporado a la planta honoraria; trátense estos de aprendices voluntarios, que concurren habitualmente y cumplen horarios, y con los cuales se encuentra pendiente una justa reparación. No existe parque automotor del Poder Judicial ni choferes.”
En el comunicado también se recuerda que “muchísimos insumos necesarios para el normal desenvolvimiento de los organismos, ante la insuficiencia de las partidas mensuales, son soportadas por jueces, funcionarios y empleados”.
Finalmente, se destaca que “todo este cuadro, con un Poder Judicial con escasos medios económicos, no impide la labor de cientos de funcionarios y magistrados que desarrollan en forma esforzada y eficiente su función, no mereciéndose las actitudes descalificantes de sectores interesados en degradarlos, quienes –si es el caso deberán limitarse a los episodios particulares de reproche, que pudiere merecer algún juez, evitando el descrédito generalizado de la honorabilidad y probidad del resto de los magistrados”.