Esta nueva medida intenta dilucidar desde qué momento de la tarde de aquel jueves negro las máximas autoridades del gobierno supieron que había muertos en el centro porteño por la represión. La versión que se investiga es que Antonio De la Rúa le habría dicho a su padre que no renunciara, y el ex ministro de Insfraestructura, Nicolás Gallo, le contestó “ya hay cinco muertos, si esto sigue nos van a matar a todos”.
Ahora, el representante del Ministerio Público quiere saber si la charla existió, pues sospecha que el hijo del presidente tuvo responsabilidad sobre las decisiones que se tomaron aquella tarde.
"Corresponde que el mencionado Antonio de la Rúa preste declaración indagatoria a fin de que brinde las explicaciones del caso, y de esa forma despejar las dudas existentes en la comunidad que pudieran surgir a su respecto en cuanto a su participación, responsabilidad y desempeño", sostuvo el fiscal.
La sospecha de la reunión se fundó en una nota firmada por Gonzalo Guerrero, un periodista de la revista Tres Puntos quien en la edición del día 23-12-01 publicó un artículo titulado “Sin respuesta”, en el cual hacía alusión a la supuesta reunión donde estuvieron Gallo y Antonio de la Rúa, juntamente con el entonces Presidente de la Nación y varios ministros, donde Gallo le dijo a Antonio de la Rúa que el padre tenía que renunciar para que no los maten a ellos.
En su relato explicaba que se habría producido una reunión en el despacho presidencial donde había cuatro ministros, y Antonio de la Rúa, en la que éste le decía a su padre que no debía renunciar y que lo ideal era que “los peronistas los tuviesen que echar, para quedar en la historia como (el ex presidente Arturo) Illia”, a lo que Gallo le habría contestado que ya había cinco muertos, y que “...si esto sigue nos van a matar a todos...”.
En su declaración ante la fiscalía, el periodista ratificó las manifestaciones vertidas en la nota, y dio detalles sobre el supuesto encuentro mantenido entre el ex presidente, el ex secretario General de la Presidencia Nicolás Gallo, Antonio de la Rúa y varios ministros.
Si el gobierno conocía o no la cantidad de muertos registrados esa jornada, es de vital importancia para la juez, quien tiene previsto citar a indagatoria en los próximos días al ex presidente.
En esa audiencia la magistrada tratará de determinar cual fue su grado de responsabilidad en los decesos, así como cual era la clase de información que manejaba sobre la violenta represión que se registró cerca de la Casa de Gobierno horas antes de que fuera obligado a dimitir por la ciudadanía.
En tanto, Comparatore insistió con el pedido de detención del subcomisario Omar Bellante, quien ese día cumplía funciones en la seccional 51 de la Policía Federal y solicitó la detención del vigilador de la Seguridad Privada del edificio de avenida de Mayo 701, Eulegio López en el orden del homicidio de Gustavo Ariel Benedetto, quien murió en la puerta de dicho edificio donde funcionaba el banco HSBC.
También solicitó que se disponga el secuestro de las armas 9 milímetros correspondientes a subcomisarios, cabos y agentes de la comisaría 51 para disponer el estudio pericial a fin de determinar sus aptitudes para el disparo.