Esta es una cuestión central para conseguir una fuerte reducción de la deuda argentina, donde, por el momento, ni siquiera comenzaron las conversaciones con los acreedores para determinar de qué forma se renegociará la deuda que no entró en el canje de noviembre.
Si las AFJP no aceptan la pesificación, esto puede significar una pérdida votos que obstaculizará las negociaciones con los acreedores, que comenzarían en las próximas semanas.
Hoy, el representante del Consejo Directivo de la Unión de AFJP que si el Gobierno avanza con el proyecto "se acabará con el último bastión que queda para ahorrar en la Argentina". Ayer las compañías se reunieron con el estudio de abogados Nicholson-Calvo, para definir detalles de los pasos a seguir en caso de que el Estado disponga la pesificación de los préstamos garantizados a $1,40. Los letrados habrían planteado dos alternativas: un recurso de amparo o la intimación judicial para que el gobierno dé marcha atrás en un plazo de 30 días.
Los fondos de pensión ya habían manifestado su rechazo por la pesificación del activo en el que están invertidas las compañías. Se trata, en realidad, de los fondos que respaldan la futura jubilación de sus afiliados.
Al tratarse de una inversión de largo plazo, las compañías defienden que los fondos permanezcan en dólares, y no en pesos.
De no alcanzarse un acuerdo, las AFJP podrían solicitar los bonos en dólares que entregaron en canje por el préstamo garantizado en noviembre. Justamente, una de las cláusulas del mismo permite a los inversores solicitar de vuelta los títulos si el gobierno no cumple con las condiciones originales del convenio.
De todas maneras, el objetivo de las AFJP no es reclamar el pago inmediato de los títulos sino evitar su conversión a pesos.