En ese sentido, el gremio informó que en virtud del peligro que existe, se realizó una presentación ante la intendente del fuero en lo Contencioso Administrativo Federal, Gladys Rodríguez de Cuk, donde le solicitan que brinde información sobre el estado en que se encuentra la construcción en donde su ubican cinco de los doce juzgados de ese ámbito de justicia.
Asimismo, los gremialistas afirmaron que de existir la mínima posibilidad de derrumbe en la construcción deben tomarse las medidas que sean necesarias para ordenar la clausura inmediata el inmueble.
A través de un comunicado, los trabajadores manifestaron que ante esa realidad en los juzgados han dejado de tener importancia los miles y miles de amparos que se sortearon hasta el momento, “ya que se debe tener todos los sentidos puestos para poder salir corriendo ante el primer indicio de derrumbe”.
Según informó ayer la Cámara del fuero, cada uno de los doce juzgados, ha recibido una cifra cercana a los 5.500 amparos en contra del denominado corralito financiero, de los cuales recién cerca de 3800 están en trámite.
Ante este aluvión, los gremialistas denunciaron que los judiciales deben someterse a paupérrimas condiciones de trabajo como por ejemplo “cumplir actividades en ambientes cerrados, sin ventilación y rodeados de papeles, imposibles de limpiar, sin la adecuada luz, y sin los elementos esenciales para cumplir con las tareas”.
Como medida para salvaguardar la integridad física de los judiciales y de los particulares en los dos edificios donde se ubican los mismos, esto es el mencionado de Tucumán y el de Carlos Pellegrini al 600, se comenzó a dosificar el ingreso de gente para que en los mismos no se junten más de cien personas, sobre todo en el primero que según se desprende de un informe del Instituto Nacional de Tecnología Industrial, sería el más comprometido de los dos.
El hecho de limitar la entrada y dar números a partir de las 13 horas, provocó que los abogados y ahorristas deban soportar largas colas, pero esta vez para consultar como se tramitan las causas. Algunos jueces del edificio ubicado enfrente de uno de los laterales del Palacio de Justicia han suspendido por el momento las audiencias personales con el objetivo de frenar en parte el aluvión de visitas.
Algunos particulares que hacían las colas ofrecieron colaboración a los magistrados, para ayudarlos a descomprimir la de por si anormal situación, pero la buena voluntad de ahorristas y particulares fue desechada por los jueces dado que los mismos son parte en las causas y no pueden tomar contacto con los expedientes, salvo para las consultas.