En el marco de la apelación al procesamiento, promovida por la defensa del presunto homicida, los camaristas Luis Ameghino Escobar, Carlos Alberto Elbert y Carlos Alberto González -este último votó en disidencia- alegaron que "no hay evidencia indicativa alguna" de que Coronel tuviera al momento del hecho "la finalidad de matar, la disposición de causar muerte o la indiferencia ante la posibilidad de que ello ocurriera".
"No encontramos argumentos que nos permitan adjudicar fundadamente la intencionalidad dirigida a cometer un homicidio, ni siquiera aún una actitud indiferente ante el resultado que pudo haberse representado, toda vez que no puede afirmarse si la botella cayó accidentalmente o fue arrojada con la intención de producir" la muerte del niño, opinaron los camaristas.
Por su parte, González afirmó en su disidencia respecto del presunto autor del hecho que "tuvo que haber previsto que la acción que iba a llevar a cabo podría resultar típicamente antijurídica", pese a lo cual "continuó con su decisión".
"Aunque su voluntad no estaba enderezada a realizarla con ese carácter aceptó que la misma se produjera con la probabilidad de un resultado típico con su lógica consecuencia", concluyó el camarista.
En tanto, refirió en su resolución que el balcón desde donde cayó la botella presentaba un "estado de deterioro" por lo cual indicó al juez de primera instancia que "extraiga testimonio de las partes concernientes a esa anomalía" con el fin de que se remitan a la división del Gobierno de la Ciudad que corresponda.
El caso fue instruido por el juez Alberto Seijas, quien procesó con prisión preventiva a Coronel el último 10 de enero, por hallarlo responsable de causar la muerte del niño al dejar caer una botella de cerveza desde el balcón de su departamento ubicado en Alberdi 1665 del barrio porteño de Parque Patricios. La botella golpeó en la cabeza de Kevin que pasaba casualmente por el lugar y fue internado de inmediato en el hospital Garraham, donde falleció horas más tarde.
Las declaraciones que una decena de testigos prestaron ante el juzgado de instrucción número 19, coincidieron en que Coronel fue el responsable de la muerte de Kevin Sicco.
En primera instancia, Coronel se había negado a declarar, pero luego señaló que esa noche se encontraba escuchando música con sus primos en el balcón con la cerveza en la mano, y al resbalar intentó asirse de la baranda, por lo que dejó caer involuntariamente la botella al vacío.