Si bien la disposición adoptada por Speroni es "de manual", ya que se trata de un delito por el que la ley procesal no habilita al juez a conceder el beneficio de la excarcelación -al menos hasta el momento de tener que formular su pornunciamiento de mérito-, el impacto de la noticia generó diversas hipótesis.
De las estrictamente jurídicas, algunos observadores que siguen de cerca la investigación opinaban que la defensa técnica de Cavallo apuró el trámite excarcelatorio fundado en que en la anterior presentación de su cliente en la misma causa, Speroni no lo había dejado detenido. Una lectura procesal podría ser la siguiente: Speroni se apoya en esta ampliación de declaración indagatoria para dejarlo detenido, pero teniendo "in pectore" un procesamiento con prisión preventiva sobre la base de la profundización que viene haciendo de la investigación en la que está al frente desde hace más de seis años.
La lucecita que habrá visto la defensa es que si bien el código no permite gozar de la libertad mientras se resuelve la situación procesal de un indagado por un delito no excarcelable, la situación de Cavallo presenta la particularidad de que ya contaba de antemano con una falta de mérito dictada por el juez en la misma causa y que aún no ha sido revocada, lo que abre una incógnita interpretativa que deberá se resuelta por la Cámara en lo Penal Económico, que se pronunciará durante el transcurso de las próximas horas.
Entre las preguntas que se le formularon, Cavallo debió responder por una resolución del ministerio de Economía por la cual se inhibió a la Aduana de realizar los respectivos controles a la mercadería contenida en los contenedores que partieron del puerto de Buenos Aires, si bien se dispuso el pago del correspondiente reembolso a las exportaciones.
Así lo señalaron fuentes coincidentes cercanas a la investigación, las que admitieron que el contenido de esa resolución, por la cual se embarcaron armas que figuraban como sin uso, fue aportado como nuevo elemento probatorio en lo que va de la anterior indagatoria a la de hoy. Speroni, quien unifica en su juzgado todas las causas que se tramitaron a raíz de la maniobra por la presunta venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia en la década de los 90, ya le había tomado declaración a Cavallo el año pasado, cuando el ex ministro había sido convocado a ocupar la misma cartera que tuvo a su cargo durante el gobierno de Carlos Menem, pero esta vez por el aliancista Fernando de la Rúa.
En esa ocasión Speroni dictó la falta de mérito del ex ministro por entender que debían incorporarse a la causa nuevos elementos de prueba. En su primer indagatoria Cavallo presentó un escrito en el que se hacía hincapié en el contenido de los decretos 1897 y 2283 referidos a la venta de armas a Panamá que tuvieron como destino final Croacia, cuando se desarrollaba el conflicto bélico de los Balcanes, y cuando tropas argentinas integraban las Fuerzas de Paz de las Naciones Unidas. En aquella ocasión, Cavallo deslindó responsabilidad y sostuvo que había firmado los decretos como parte de sus actos “cotidianos” y estimó que los mismos deberían haber sido refrendados por el Congreso.
Durante la indagatoria de hoy, el juez Speroni puso el acento en el decreto 103 de 1995 por el cual se autorizó la venta de armas a Venezuela, cargamentos éstos que tenían como destino final los países de Croacia y Ecuador, que se enfrentaba en una contienda limítrofe con Perú.
Cavallo no había sido indagado por este hecho por ninguno de los jueces que intervinieron en distintas sedes. El tramo del capítulo "Ecuador" incoporado al tribunal de Speroni, es el fruto de la pesquisa instruida por el juez en lo penal económico Marcelo Aguinsky, quien fue el primer juez en determinar la calificación legal de contrabando agravado -impuesta recientemente por la Cámara de Casación para investigar todo este affaire- y quien ya había detenido y procesado al ex interventor de Fabricaciones Militares, Luis Sarlenga, también por el cobro indebido de reintegros al Estado Nacional, al comprobar mediante una vasta peritación técnica, que el armamento exportado con destino formal Venezuela era "no nuevo" y por lo tanto se encontraba fuera del régimen de reintegros a las exportaciones. Luego esta causa pasó por los jueces Tiscornia, Cruciani, Liporace y por último Horacio Artabe, quien la remitió al juzgado de Speroni para acumularla también con la que le remitió la justicia federal.
La notificación verbal de su detención por parte del juez, tomó por sorpresa a Cavallo, quien se presentó hoy a las 8,30 quien sin embargo tuvo una actitud tranquila ante el revés, que frustró su aspiración de salir del país con la aparente intención de brindar una serie de conferencias.
Horas después, y cuando ya se encontraba alojado en una dependencia especial del Escuadrón Buenos Aires de la Gendarmería Nacional, Cavallo fue notificado por escrito de su detención, mientras su abogado defensor, Eduardo Oderigo, apuraba un pedido para lograr la libertaddel ex ministro que había roto su invicto, pese a haber tenido que enfrentar numerosas causas judiciales en su contra.
La semana pasada el juez federal Juan José Galeano lo había autorizado a salir del pais, previo pago de una caución de 20 mil pesos, y Cavallo aguardaba una resolución similar del juez Jorge Ballestero, en cuyo juzgado se tramitan dos expedientes. De Speroni no esperaba lo mismo.
“¿Entonces quedo detenido?, preguntó sorprendido Cavallo al juez Speroni. Eran las 9,30 de la mañana.