Castro, en su presentación ante la fiscalía, que se suma a la radicada ayer por los abogados Marcelo Parrilli y Eduardo Liurgo, denuncia “la continuidad del accionar presuntamente delictual por parte de un grupo de senadores nacionales”, ya que a su entender el presente representaría un nuevo hecho de la causa iniciada en el año 2000, cuando se investigó el presunto pago de coimas por la aprobación de la Reforma Laboral.
Al detallar los hechos denunciados, la legisladora sostuvo que el accionar presuntamente delictual comienza con la aprobación de un texto referido a la Ley de subversión económica, en el ámbito del Senado “distinto al que venían tratando durante la sesión realizada en la madrugada del día 9 de mayo” último.
Al respecto, sostuvo que ante el temor que se caiga la sesión por falta de quórum, y tras más de tres horas de debate, “algunos senadores recurrieron a otro proyecto de características absolutamente distintas al que se encontraba en análisis”.
Enfatiza luego que las sospechas “emergen nuevamente desde la propia bancada justicialista donde se levantan voces que concluyeron sobre la utilización de presuntos sobornos entre los legisladores”.
Las denuncias públicas y ante la justicia sobre un nuevo escándalo en torno al pago de sobornos motivó la inmediata reacción de los legisladores peronistas quien hoy tenían previsto plantear una cuestión de privilegio en el recinto rechazando las acusaciones en su contra, según indicaron versiones coincidentes.
A ello se suma la desmentida de los diputados Jorge Obeid y José María Díaz Bancacalari, a quienes se les atribuyó el haber echado a rodar la especie, y que figuran entre la lista de legisladores propuestos por Castro para que el juez federal Jorge Ballestero cite como testigos en la causa.
También pidió que sea citado en el mismo carácter el senador Oscar Lamberto y el gobernador de Santa Fe, Carlos Alberto Reutemann, ante quien el legislador habría planteado su rechazo por votar los proyectos del Ejecutivo y exclamado que “yo no levanto más la mano por estas leyes de mierda”, tal como lo reproduce una nota periodística publicada en el diario Clarín el 11 de mayo.
En la misma publicación se hace mención a dichos que se le atribuyen a Obeid según los cuales “la situación empeoró” porque “corrió otra vez la Banelco”, en alusión a la marca de la tarjeta de crédito y la recordada anécdota que habría tenido como protagonistas al ex ministro de Trabajo Alberto Flamarique y el dirigente sindical Hugo Moyano, cuando el tratamiento de la Reforma Laboral, durante el gobierno de Fernando de la Rúa. Díaz Bancalari, por su parte, y de acuerdo a la misma información de prensa habría hablado de “corrupción” en el Senado.
Castro sostiene que existe una “conexidad” entre los dos sucesos, ya que en un primer análisis “se estima que el accionar de la Cámara parece encontrarse sistematizado mediante un procedimiento permanente que afecta el normal proceso de formación de las leyes”. Si la postura de Castro fuera seguida en la instancia judicial, le correspondería entender en esta denuncia al juez federal Canicoba Corral, quien actualmente tiene en sus manos la causa por los presuntos sobornos producidos con ocasión de sancionarse la ley de Reforma Laboral.
Por su parte, el fiscal Eduardo Freiler dictaminó que es "un nuevo hecho en la causa de los sobornos", y que se debe investigar lo denunciado por Castro, previa ratificación de la denuncia, pero admitió que “no existe otra alternativa que formar causa por separado respecto al nuevo hecho, y dar cumplimiento con las líneas directrices que, en la materia, de manera inveterada sugiere la Corte Suprema de Justicia de la Nación”.
El representante del Ministerio Público pidió que sean citados a declarar como testigos los periodistas autores de las distintas notas que reflejan la presunta existencia de hechos irregulares y los senadores Lamberto, Jorge Yoma, Jorge Busti, Raúl Baglini, José Luis Gioja, Marcelo Lopez Arias., Jorge Capitanich, Marcelo Guinle, Carlos Maestro, Juan Carlos Passo, Lazaro Chiappe, Rodolfo Terragno y Cristina Fernández de Kirtchner, quienes estuvieron presente en el debate.