Los camaristas Eduardo Luraschi y Martín Irurzun, hicieron lugar de esta forma a un recurso de apelación interpuesto por los fiscales federales Eduardo Freiler y Federico Delgado y calificaron de "prematuro" al sobreseimiento de la ex funcionaria.
La denuncia de la Defensora del Pueblo de la Ciudad, Alicia Oliveira, se originó ante el reclamo de los vecinos del barrio de Mataderos, quienes no encontraron respuestas en la secretaría de Medio Ambiente de la Nación a sus reclamos por la presencia en la zona de material orgánico en descomposición proveniente de los frigoríficos instalados a la vera del Mercado de Hacienda sito en ese barrio.
Los vecinos denunciaron en su momento que los desagües de las viviendas se tapaban con restos de la faena, como “vísceras, mondongos y chinchulines”. Esta situación fue corroborada por el Laboratorio Químico de la Policía Federal, que concluyó –en un informe anexado a la causa- que “si los residuos eliminados son vísceras, grasas, restos de carne y-o sangre animal, los mismos en contacto con el medioambiente se descomponen”.
Ahora, La Sala II de la Cámara ordenó que se realicen todas las "medidas de prueba" solicitadas por la denunciante y sugirieron la "actuación mancomunada" de los "diversos organismos de control competentes" con jurisdicción en la Ciudad de Buenos Aires.
Al sobreseer a la ex funcionaria, el juez Galeano había considerado que ninguno de los ilícitos que se le imputan, entre ellos, el incumplimiento de los deberes de funcionario público, compete a la ex funcionaria.
Sin embargo, la fiscalía entendió que la ex funcionaria actuó con "pasividad" a pesar de las continuas denuncias de los vecinos en contra de las empresas frigoríficas de Mataderos, en oportunidad de apelar el cierre de la causa.
En un informe producido por el Laboratorio Químico de la Policía Federal se había asegurado que el barrio de Mataderos estaba sometido al peligro del "desarrollo de bacterias" con la "constante producción de posibles focos infecciosos tanto para humanos como para animales".
En la causa declararon vecinos que afirmaron que "en la calle Rodó hay muchos frigoríficos, los que con sus desechos causan que se tapen las cañerías”, entre las que se encontraron restos de "vísceras, mondongo, hígado y chinchulines".