En declaraciones a Diariojudicial.com, los voceros consultados afirmaron que tomaron esa decisión a raíz de que desde el alto tribunal tan sólo recibieron promesas de ayuda que “nunca se terminaron de instrumentar y corporizar”.
Según las fuentes, la idea que reina en la Cámara de Apelaciones en hacerle frente a los atrasos en el sorteo de las causas con el personal que se tiene. En ese sentido, desde la oficina de sorteos se informó que en la actualidad existe un día de atraso respecto de las causas que se presentan con el fin de que se le asigne juzgados. Justificaron este “escaso” atraso a raíz de que ahora no se vive el aluvión de amparos en el marco del corralito de los primeros días de febrero.
En cuanto a los expedientes que llegan desde los juzgados, producto de las apelaciones, se comentó que recién se están sorteando las que ingresaron los días 23 y 24 de mayo, en cambio los incidentes que llegan de la Corte Suprema, producto de la derogación del artículo 195 bis del Código Procesal, que establecía el “per saltum”, se ingresan al sistema los que llegaron el 20 de junio último.
Desde el fuero se tomó la determinación de “no insistir” luego de que se enviaran cuatro notas a la Corte Suprema, más varias entrevistas telefónicas y un encuentro personal ente los titulares del Máximo Tribunal, Julio Nazareno y de la Cámara, Pablo Galli, en donde el primero se había comprometido a brindar la colaboración que necesitaba ese fuero federal.