Balza, durante una extensa declaración indagatoria de más de cinco horas negó haber tenido ningún tipo de conversación con el ex presidente Carlos Menem, ni con el por entonces también ministro de Economía Domingo Cavallo respecto de la venta de armas, y dijo no haber vistó más allá de reuniones protocolares al ex asesor presidencial Emir Yoma.
El militar retirado, quien se mostró "sereno, firme y en algunas ocasiones hasta vehemente" aseguró tener documentación en la que consta que ni Panamá ni Venezuela "tenían interés" en comprar armas argentinas.También hizo referencia a una conversación que "durante un viaje" habría mantenido con el ex secretario general de la presidencia Alberto Kohan, citado como testigo en la causa, en la que el ex funcionario de gobierno habría intentado convencerlo que la culpa por el desvío de las armas "había sido de los intermediarios".
El militar también refutó las acusaciones que en su contra efectuó el ex interventor en la Dirección Nacional de Fabricaciones Militares, Luis Sarlenga, respecto de un diálogo en el cual el militar le habría señalado que no era necesario consultar a Menem respecto de la venta de cañones ya que podía consultarlo a él.
Balza dijo que sólo había visto a Sarlenga en dos o tres oportunidades y que nunca mantuvieron ese tipo de díalogo con el ex funcionario que también se encuentra procesado en esta causa.
Por otra parte, enfatizó que el no se considera "organizador" de una asociación ilícita, y según su abogado defensor Jorge Valerga Aráoz declaró "del modo más amplio", por lo que el letrado, al término de la diligencia presentó un pedido de excarcelación.
Balza fue notificado ni bien ingresó al despacho de Urso acerca de su detención y se abrazó con uno de sus hijos cuando a media tarde fue trasladado en un automovil particular a una unidad militar que, se presume, podría ser el Comando de Institutos MIlitares en Campo de Mayo.
Balza también presentó un documento firmado por el Secretario General del Ejército, general de brigada Eduardo Alfonso, en el que se deja constancia que durante su gestión el ex jefe del Ejército "no recibió ningún informe verbal o escrito del teniente Coronel José Luis Cattenati o de ningún otro jefe, sobre una supuesta conversación" del militar argentino con el general ecuatoriano Paco Moncayo.
Cattenati aseguró ayer ante Urso y el fiscal Carlos Stornelli que estando él acreditado como observador en Ecuador durante el conflicto con Perú, Moncayo le había referido acerca de una conversación mantenida con Balza expresándole que "no había cumplido con lo que habíamos acordado porque las armas que le mandé no eran las que habíamos quedado y la munición que le mandé era vieja y no servía".
El escrito de Alfonso fue confeccionado a pedido de Balza y en el segundo punto informa que ni en la Jefatura II - Inteligencia "ni en otra dependencia de este Estado Mayor General se han ubicado antecedentes de ninguna naturaleza relacionado con el tema objeto de su solicitud", lo que evidencia el intento del ex jefe del Ejército ahora detenido, de desvirtuar los dichos del testigo, quien recién ayer hizo referencia a su diálogo con el oficial ecuatoriano.
Temas relacionados:
Adelantaron para este jueves la indagatoria de Menem 4/6/2001