Varios de los integrantes de la Corte consultados no bien se conoció la versión se mostraron sorprendidos y dijeron desconocer la especie. Enrique Petracchi fue uno de los que dijeron desconocer acerca de la renuncia de Bossert y estimó que “me lo hubiera comentado”, aunque al parecer no fue así.
En los considerandos de la renuncia, Bossert habría aludió a un “hartazgo espiritual” que le impediría continuar cumpliendo con la tarea de juez, fruto de lo dilatado del proceso en su contra, aún cuando el mismo fue archivado.
También se quejó por la desaprensiva lectura de la defensa que efectuó en su momento ante los legisladores, lo que agravó su desánimo.
El penúltimo fin de semana se desató en el seno de la Corte una disputa verbal –a través de los medios— entre los jueces que mayor cantidad de cargos por presunto mal desempeño en sus funciones habían recibido en el dictamen acusatorio y los que tenían un menor numero de imputaciones. En ese marco el ministro Adolfo Vázquez sostuvo con ironía que iba a proponer a Bossert como candidato a presidente de la Corte porque “es el mejor”, a la vez que le endilgó tener “fatiga moral”. Y al final, Bossert cumplió con lo prometido.