22 de Noviembre de 2024
Edición 7097 ISSN 1667-8486
Próxima Actualización: 23/11/2024

Un cambio irrazonable

Un tribunal en lo laboral de la ciudad de Córdoba consideró que el empleador había realizado un ejercicio abusivo del “ius variandi”, cuando sin dar razón alguna dispuso cambiar las tareas de la actora, que trabajaba como conductora de un noticiero televisivo, y pretendió que trabajara como “notera”. FALLO COMPLETO

 

Así lo decidió el Tribunal Unipersonal de la Sala Décima del Trabajo integrado por el Dr. Olivio Rubén Costamagna en los autos "Dal Pra Fabiana C/ Compañía Surera De Inversiones S.A. - Dda."

La actora inicia demanda persiguiendo el cobro de la indemnización por despido. Manifiesta que ingresó a trabajar en relación de dependencia con la demandada, que explota la televisora L. V. 85 Canal 8 de Córdoba, con fecha 20 de julio de 1994. cumpliendo funciones en el servicio de noticias en calidad de periodista conductora del informativo.

Explica que durante toda la relación su tarea consistió en la conducción en cámara y al aire, en vivo y directo del noticioso periodístico que el canal 8 pone en pantalla de lunes a viernes al mediodía y en la preparación del material periodístico para esa emisión. Esto, hasta el día 18-10-01 cuando, luego de una ausencia motivada por imposición empresaria a que tomara una serie de francos compensatorios adeudados, al regresar a su trabajo, la Gerente de Noticias del Canal (su superior jerárquica) mediante nota le informó lo siguiente: "Por la presente le comunico que a partir del día de la fecha se le ha asignado un cambio de tareas, consistente en la realización de notas y reportajes en exteriores, que deberá realizar en su horario habitual de trabajo, de 10,30 a 16,30, de lunes a viernes".

La demandante rechazó el cambio de tareas y tras un intercambio de telegramas fue despedida con causa por la demandada. Para la actora, la demandada transgredió los límites del ius variandi porque no explicitó la razonabilidad de la medida, alteró los términos de ejecución de la relación y le causó un daño moral al asignarle funciones de menor relevancia.

Recordemos que el artículo 66 de la ley 20.744, de Contrato de Trabajo, establece que "El empleador está facultado para introducir todos aquellos cambios relativos a la forma y modalidades de la prestación del trabajo, en tanto esos cambios no importen un ejercicio irrazonable de esa facultad, ni alteren modalidades esenciales del contrato, ni causen perjuicio material ni moral al trabajador.
Cuando el empleador disponga medidas vedadas por este artículo, al trabajador le asistirá la posibilidad de considerarse despedido sin causa".


Cabe destacar que en la causa no está controvertida la existencia del contrato o relación de trabajo ni la fecha de ingreso, ni el distracto, ni se plantea injuria o perjuicio material económico, puesto que pese al cambio de tareas impuesto por la accionada, no se produjo variación remunerativa o cualquier otro daño material.

El magistrado interviniente tuvo en cuenta que "el día 18 de octubre del año 2001 la Sra. Graciela Marta Ramos, en la nota de comunicación a la actora se limita a decir que a partir de ese día se le asignó cambio de tareas, consistente en la realización de notas y reportajes en exteriores en horarios de 10.30 a 16.30 hs., de lunes a viernes. Es decir que en esa comunicación no se expresa causa o motivo alguno de que ese cambio de tareas consistente en que la actora debía salir de la pantalla televisiva del noticiero del mediodía y limitarse a realizar notas y reportajes en exteriores, se debiera a alguna circunstancia determinada. Remarco que en esa comunicación nada dice la accionada de que ese cambio respondía a alguna causa... Ello a mi criterio resulta de esencial importancia, porque la expresión de causa deviene fundamental, puesto que así surge de lo dispuesto por el art. 66 de la LCT. Para sortear uno de los requisitos esenciales que la norma establece, hay que tener en cuenta cuales son aquellos establecidos por la misma, consistentes en que el cambio en la forma y modalidad de la prestación de trabajo no resulten ser el ejercicio irrazonable de esa facultad, ni altere modalidades esenciales del contrato". (la negrita es nuestra)

Para el juez, "la decisión de cambio de tarea comunicada por la demandada y materializada a través de la nota del día 18 de octubre del año 2001 al no expresar ni siquiera indiciariamente alguna motivación o causa, justamente torna al ejercicio del ius variandi que lo faculta la ley, en arbitrario, caprichoso, e inmotivado". (la negrita es nuestra)


El magistrado cordobés también tiene en cuenta que de constancias documentales de la causa, surge que "la actora desde el año 1994 en que se inaugura el noticiero de la mañana de canal 8 fue la imagen expresiva, promocionante y conductora de dicho noticiero, así lo destaca la prensa escrita, y no solo eso sino que se traduce también de ello que el noticiero que conducía la actora era el de más alto rating, que a los fines de la empresa de televisión el rating adquiere una relevancia sustancial para el mantenimiento de los programas en el año y su esponsorización".

"Este es otro claro indicio de que carece de motivación y de razonabilidad el cambio de tareas, visto al menos desde la óptica del desempeño laboral de la actora y los beneficios que ello producía para la empresa". (la negrita es nuestra)

También se tiene en cuenta que los testimonios de Gustavo Tobi, Luis Beltrán, Eduardo Freyre, dado que para el juez "es de conocimiento público que se trata de periodistas que salen en directo en las pantallas de televisión, que son de reconocida experiencia y calificada actuación, han sido todos coincidentes en sostener que la tarea que realizaba la actora, en el medio, se la considera de conducción del programa, a su vez que el programa de la actora estaba muy bien ranqueado, y que desde sus respectivos puntos de vista la forma en que la actora aparecía y se manejaba en pantalla es propia de una conductora. Además estos calificados periodistas manifiestan en amplia coincidencia que en la carrera periodística, ser conductora o conductor y estar en la pantalla de televisión, importa alcanzar el pináculo de la carrera (Tobi),o al decir del Sr. Beltrán "es mas relevante ser conductor estando en la pantalla , incide en su carrera ,no se puede perder la pantalla porque es importante para el futuro de ese periodista", o al decir del Sr. Freyre " el conductor es la cara visible, si se pasa al periodista de la pantalla a la calle es como de lo máximo pasarlo a lo menos. Están formas de describir la importancia que tiene el hecho de que un periodista que conduce un noticiero en la pantalla de televisión implica que ha alcanzado la cima de las aspiraciones normales que tiene cualquier periodista y que sustraerlo de la pantalla para pasarlo a la tarea de notero, que no tiene pantalla, produce una clara afectación al proceso evolutivo de la carrera de ese periodista. Ello da la pauta que en dicha actividad ( la desplegada por la actora)hay un aspecto que si bien puede ser sutil y banal, en la realidad imperante no lo es y produce en forma concreta un perjuicio de tipo moral". (la negrita es nuestra)

"En consecuencia", continúa el juez, "si bien ya dije que resulta suficiente para considerar que existió uso abusivo del ius variandi por parte de la demandada por ejercicio irrazonable de dicha facultad, a mi criterio también se agrega el perjuicio moral a que refiere el art. 66 in fine que la norma prohíbe o no admite que puede suceder en el ejercicio del ius variandi".

Por lo tanto, se resolvió hacer lugar en todos sus términos a la demanda iniciada y en consecuencia condenar a la demandada a abonarle a la accionante la suma de $ 31.702,29 en concepto de capital, con mas los intereses y costas.



dju / dju
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