Ramini se entregó en octubre de 2001, luego que el juez Jorge Urso, librara una orden de detención tras la emisión de Telenoche Investiga donde el hombre se floreó de sus supuestos contactos con el poder y sugirió que estaba detrás -o la menos conocía detalles- del tráfico de armas a Ecuador y Croacia.
Pocos días después, Urso le dictó la falta de mérito y lo dejó en libertad. Luego el expediente pasó a manos del juez Speroni, quien ahora lo desliga totalmente del expediente armas al dictarle el sobreseimiento.
En su resolución, Speroni concluyó que no se probó en el caso de Ramini “la existencia de un escenario con entidad suficiente para encontrarlo vinculado con los hechos investigados”, y remarcó que el imputado sólo refiere en el video “verdades parciales” conocidas públicamente, haciendo una “torpe e infantil utilización de conocimientos aislados”.
El anterior es sólo uno de los muchos párrafos críticos que el juez le dedica a Ramini, a quien se conoció públicamente como “papito”, porque el mismo se llamaba así en el video donde incluso se refirió a una aceitada relación con varios jueces federales, que luego negó.
Para Speroni, el objetivo de “Papito” era “darse ínfulas de empresario marginal y poderoso” para concretar negocios y por eso “fantaseaba con relatos de ficción”.