De este modo el Ministerio Público moscovita rechazó la denuncia que se presentó en Rusia en contra de la firma Rosman, encargada de la distribución de las novelas infantiles que batieron todos los récords de ventas.
La demanda fue presentada por una mujer, de la que no trascendió su identidad, que manifestaba que esos libros ofendían los sentimientos religiosos y basaba la presentación sobre todo en el segundo volumen de la colección.
Pero la Fiscalía decidió revisar los cuatro tomos publicados y finalmente no hizo lugar a la presentación de la denunciante.
Los libros de J.K. Rowling sobre el mago adolescente han supuesto un fenómeno de ventas en todo el mundo y han servido de base para dos películas basadas en sus historias.