Con esto se busca lograr el establecimiento de un tribunal de genocidio asistido por las Naciones Unidas para juzgar a los cabecillas sobrevivientes del Khmer Rojo, la guerrilla comunista culpada por la muerte de casi dos millones de camboyanos.
Hasta ahora, nadie fue procesado por las atrocidades cometidas por el Khmer Rojo entre 1975 y 1979. Su líder, Pol Pot, murió en 1998 pero la mayoría de los jefes del grupo viven libremente en Camboya tras concertar acuerdos con el primer ministro Hun Sen, quien también fuera un líder Khmer.
Por su parte, el asesor legal de la ONU, Hans Corell, dijo que es demasiado pronto para decir si las reuniones de exploración darán como resultado que el secretario general del organismo multinacional, Kofi Annan, tome la decisión de enviar una delegación a Phnom Penh para reanudar el diálogo.
"Esta es una misión difícil. Debemos ser muy cuidadosos. Esta es -como muchos lo han expresado- la última oportunidad de Camboya para obtener la asistencia internacional a través de Naciones Unidas para procesar a los líderes de Khmer Rojo, y es de gran importancia que emprendamos esta tarea seria y meticulosamente", dijo Corell.
Sok An también dijo que los negociadores intercambian "algunas ideas básicas" sobre la forma de preparar dos documentos fundamentales: la Ley de Tribunales Extraordinarios y un acuerdo entre Naciones Unidas y Camboya.
El mes pasado, la Asamblea General de la ONU aprobó una resolución patrocinada por Francia y Japón para renovar las negociaciones que el equipo legal de la ONU suspendió en febrero del 2002 luego de cinco años de negociaciones.